Los extranjeros empadronados y nacidos en Barcelona suman 15.000

A diferencia del conjunto de la población, en la nueva inmigración hay más hombres que mujeres

¿Sabía usted que los bebés venezolanos, con un peso medio al nacer de 3,523 kilos, son los más rollizos entre los nacidos en Barcelona? ¿Y que los hondureños, con 3,066 kg, son los más livianos? Estas son apenas unas pinceladas del amplísimo informe sobre la población extranjera en la capital catalana que acaba de publicar el departamento municipal de estadística.

El documento, más allá de las anécdotas y del avance de datos proporcionado por el Ayuntamiento hace unos días (que revelaba una disminución a lo largo del 2009 del 3,5% en el número de extranjeros empadronados en la ciudad, cifrado ahora en 284.362), permite trazar una radiografía bastante completa del fenómeno migratorio, responsable sin duda alguna del cambio más sustancial que ha experimentado la sociedad barcelonesa en la última década.

En este exhaustivo informe se constata, por ejemplo, que ya son cerca de 15.000 los extranjeros nacidos en la ciudad. En su mayoría podría tratarse de hijos de padres que no han legalizado por completo su situación en España.

El 2008, en el 34% de los nacimientos registrados al menos uno de los progenitores era de nacionalidad no española. Ese mismo año nacieron en Barcelona 387 chinos, 334 marroquíes y 311 ecuatorianos, un dato más que corrobora que la nueva inmigración ha echado raíces en Catalunya y que, a pesar de que la masiva afluencia de extracomunitarios característica de los primerísimos años de este milenio es ya historia, muchos de los que llegaron entonces, probablemente una gran mayoría de ellos, están aquí para quedarse.

Los extranjeros que viven hoy en Barcelona son algo más jóvenes que los que habitaban en esta ciudad diez años atrás. La diferencia, no obstante, es casi imperceptible: en el año 2000 la media de edad era de 33 años y en el 2010 se sitúa en 32. En definitiva, la pirámide de edades apenas ha variado en este tiempo. Se ha reducido ligeramente la proporción de menores de 14 años (representaban el 13,3% hace una década y ahora son el 10,9%), pero también lo ha hecho el porcentaje de población extranjera mayor de 65 años. En el 2000, el 4,9% superaba la edad de jubilación y actualmente sólo un 2,1% estaría incluido en este segmento.

El perfil de la población extranjera en Barcelona ha cambiado en muchos aspectos durante una década en la que la ciudad ha multiplicado casi por cinco el número de personas no españolas registradas en el padrón municipal. En el año 2000 había más mujeres (50,8%) que hombres (49,2%). Hoy en día, el fiel de la balanza se ha decantado ligeramente del lado masculino. Según la lectura provisional del padrón correspondiente al 1 de enero, el 52,5% de los extranjeros que viven en la capital catalana son hombres y el 47,5 por ciento, mujeres. En el conjunto de la ciudad sucede justo lo contrario: 47,6% de hombres y 52,4% de mujeres.

Otro cambio que tener en cuenta. Las últimas estadísticas señalan que los niveles formación de los extranjeros que viven en Barcelona han aumentado. Hoy, prácticamente uno de cada tres (el 30,6%) tiene estudios universitarios. En el 2000, ese grupo representaba el 24,7% del total. En este capítulo, las diferencias son muy significativas. Más de la mitad de los italianos (el colectivo más numeroso gracias a la aportación de personas procedentes de estados sudamericanos como Argentina o Brasil que están aquí con pasaporte del país transalpino) y de los alemanes han pasado por la universidad. Esta característica se acentúa en el caso de los franceses, ya que dos de cada tres (concretamente el 63,2%) han cursado estudios superiores.

Los niveles más bajos de estudios se registran, en cambio, entre los inmigrantes procedentes de países extracomunitarios. Así sucede con los ecuatorianos, con sólo un 8,9% de universitarios y un 36% de personas con estudios primarios o sin escolarización alguna. También con los pakistaníes, los chinos (en ambos casos tres de cada cuatro no pasaron de la primaria) y los marroquíes. Este último grupo nacional es, entre los que tienen más presencia en Barcelona, el que aporta una menor proporción de universitarios, el 7,5 por ciento.

Los últimos datos conocidos sobre la población extranjera residente en la capital de Catalunya reflejan que la inmigración se ha ido extendiendo por toda la ciudad y que Ciutat Vella, aun siendo todavía y con mucho el distrito más marcado por este fenómeno, hace tiempo que dejó de ser el lugar donde recalaban de forma casi exclusiva los nouvinguts en Barcelona.

A principios del gran boom inmigratorio en la ciudad, en el año 2000, Ciutat Vella concentraba el 22,8% de los extranjeros de la ciudad, un porcentaje que llegó a ser mucho mayor en los años ochenta y noventa. Hoy, este distrito es la casa del 14,5% de las personas sin nacionalidad española empadronadas en el municipio. En términos absolutos hace ya tiempo que el Eixample –el territorio con más población de Barcelona– superó a Ciutat Vella en este ranking y no sólo por la presencia de ciudadanos procedentes de otros continentes, sino sobre todo por la llegada de miles de personas con pasaporte comunitario. De hecho, en el distrito diseñado por Ildefons Cerdà los italianos constituyen el grupo extranjero más numeroso y los franceses –por detrás de los ecuatorianos– ocupan el tercer lugar de la clasificación. Con todo, el Raval continúa siendo el barrio barcelonés con un mayor porcentaje de extranjeros (el 47,3%). Esta cifra, no obstante, se mantiene estable desde el 2003 (47%). El repaso a las estadísticas del último decenio recuerda que el gran alud migratorio del antiguo Chino se produjo en el bienio 2002-2003, cuando este barrio dobló su número de extranjeros.

Baja el número de solicitudes de reagrupamiento

En el 2009 se registró por primera vez en muchos años un descenso significativo en el número de solicitudes de reagrupamientos familiares en la ciudad de Barcelona. En total, se efectuaron 4.603 peticiones, una cifra muy inferior a las del 2007 y 2008 (6.943 y 6.234, respectivamente), los años de mayor incidencia de estos procesos. Por distritos, el de Sants-Montjuïc es el que tuvo más solicitudes (el 17,1%), seguido de Ciutat Vella (15,4%), Nou Barris y Sant Martí (ambos con el 14,4%) mientras que el menor número de demandas se produjo en Les Corts, apenas 91 (el 2 por ciento del total de Barcelona) y Sarrià-Sant Gervasi (2,4%). Por primera vez, el pasado año los principales solicitantes de permiso de reagrupamiento familiar fueron los pakistaníes, con más de medio millar. A continuación, peruanos, chinos, bolivianos y sólo en quinta posición los ecuatorianos, que en los años anteriores habían sido, con mucha diferencia sobre el resto de los colectivos extranjeros, los principales solicitantes.

http://www.lavanguardia.es/ciudadanos/noticias/20100427/53916673527/los-extranjeros-empadronados-y-nacidos-en-barcelona-suman-15.000-ciutat-vella-ildefons-cerda-argenti.html

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