Catalunya recorta las aulas de acogida por el descenso de inmigrantes
El Departament d'Educació explica que prescindirá de unos 200 profesionales de los servicios educativos pero los recolocará donde sean más necesarios
Los recortes y reestructuraciones en el sector educativo catalán llegan ahora a los servicios educativos de apoyo –asesores lingüísticos y pedagógicos– y a las aulas de acogida, debido a la reducción en la llegada de nuevos inmigrantes.
Varios institutos confirman que ya se les ha indicado extraoficialmente que para el año que viene se reducirán las aulas de acogida, aunque todavía está por concretar el alcance de la medida. Quienes sí han recibido un aviso directo de reducciones drásticas son los asesores LIC (Lengua, Interculturalidad y Cohesión Social), entre cuyas labores estaba la coordinación de las aulas de acogida y el apoyo con materiales e información.
De los 28 asesores LIC que hay en Barcelona se prevé la reducción de 14 para el próximo curso. En Girona, de 30, más de la mitad se podrían ver obligados a volver de nuevo a la docencia. Una reducción importante se dará también en los Centros de Recursos Pedagógicos (CRP) y en los equipos de asesoramiento pedagógico (EAP). Según CC.OO., el Departament d'Educació prescindirá de unos 200 profesionales de los servicios educativos.
Los profesores y directores consultados, que dan clase en centros con un alto porcentaje de población inmigrante, reconocen que este curso han llegado menos estudiantes de origen extranjero a mitad de curso.
De hecho, ya al principio de curso se registró un descenso en el número de inmigrantes por primera vez en diez años (12,6% respecto al 13,7% del curso 2008-2009). También el año pasado abandonaron el sistema educativo más estudiantes de los que se dieron de alta a mitad de curso –matrícula viva–, algo que no ocurría desde hacía ocho años y que confirmaba el frenazo de la inmigración. Sin embargo, los centros temen que la reducción de aulas de acogida y profesores (ahora hay 1.178 aulas y más de 1.500 profesores) les cause más distorsiones en clase.
Desde el Departament explican que se ha preguntado a los profesionales de los recursos educativos si, voluntariamente, querían incorporarse otra vez a la actividad docente. "Muchos han dicho que sí, y sobre el resto se decidirá si sus servicios son necesarios en servicios educativos o en las aulas", dicen en Educació. "No se trata de eliminar puestos de trabajo, sino de recolocar los profesionales donde hacen más falta", añaden.
Los recortes y reestructuraciones en el sector educativo catalán llegan ahora a los servicios educativos de apoyo –asesores lingüísticos y pedagógicos– y a las aulas de acogida, debido a la reducción en la llegada de nuevos inmigrantes.
Varios institutos confirman que ya se les ha indicado extraoficialmente que para el año que viene se reducirán las aulas de acogida, aunque todavía está por concretar el alcance de la medida. Quienes sí han recibido un aviso directo de reducciones drásticas son los asesores LIC (Lengua, Interculturalidad y Cohesión Social), entre cuyas labores estaba la coordinación de las aulas de acogida y el apoyo con materiales e información.
De los 28 asesores LIC que hay en Barcelona se prevé la reducción de 14 para el próximo curso. En Girona, de 30, más de la mitad se podrían ver obligados a volver de nuevo a la docencia. Una reducción importante se dará también en los Centros de Recursos Pedagógicos (CRP) y en los equipos de asesoramiento pedagógico (EAP). Según CC.OO., el Departament d'Educació prescindirá de unos 200 profesionales de los servicios educativos.
Los profesores y directores consultados, que dan clase en centros con un alto porcentaje de población inmigrante, reconocen que este curso han llegado menos estudiantes de origen extranjero a mitad de curso.
De hecho, ya al principio de curso se registró un descenso en el número de inmigrantes por primera vez en diez años (12,6% respecto al 13,7% del curso 2008-2009). También el año pasado abandonaron el sistema educativo más estudiantes de los que se dieron de alta a mitad de curso –matrícula viva–, algo que no ocurría desde hacía ocho años y que confirmaba el frenazo de la inmigración. Sin embargo, los centros temen que la reducción de aulas de acogida y profesores (ahora hay 1.178 aulas y más de 1.500 profesores) les cause más distorsiones en clase.
Desde el Departament explican que se ha preguntado a los profesionales de los recursos educativos si, voluntariamente, querían incorporarse otra vez a la actividad docente. "Muchos han dicho que sí, y sobre el resto se decidirá si sus servicios son necesarios en servicios educativos o en las aulas", dicen en Educació. "No se trata de eliminar puestos de trabajo, sino de recolocar los profesionales donde hacen más falta", añaden.
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