"El PP de Badalona quiere la guerra entre clases populares"


Roberto Labandera en el Parlament de Catalunya: Foto: Felipe Villa.

Gustavo Franco Cruz
tribunalatina
Barcelona, 29 de abril de 2010. Roberto Labandera (Sarandí Grande, Uruguay, 1954) ya no se siente inmigrante después de 30 años. Aunque su migración a Catalunya fue política y no económica, vivió los mismos problemas que hoy en día tienen los que vienen a buscarse la vida. "Estuve un año en situación irregular y cada tres meses tenía que ir a Perpinyan en Francia, para que el consulado español me pusiera el sello en el pasaporte y poder entrar nuevamente a España".

¿Necesita Catalunya un nuevo Pacto para la Inmigración?
No. Creo que aún tiene vigencia el que tenemos. Pero requiere el compromiso de los partidos, aunque dos partidos del arco parlamentario catalán no lo firmaron. Hay que explotarlo al máximo, no se ha roto nada, sino que hay xenofobia porque hay quien piensa que con ella se pueden obtener votos. Incluso el Partido Popular de Madrid ha rechazado las declaraciones de Xavier García Albiol.

Con la nueva Ley de Acogida aprobada por Catalunya, ¿qué ganan los inmigrantes?
Por primera vez incluye competencias en el ámbito de la acogida. La sociedad gana ahora una regulación que ampara políticas públicas y crea un instrumento, que es la Agencia catalana de acogida.

¿Cuáles son las herramientas principales de esta Ley?
Se instrumentaliza la acogida. Primero, se determina la competencia en lengua y acogida para el país. Segundo, se crea el instrumento, la Agencia. Tercero, se establece la concertación con otras administraciones. Todo esto establece un modelo catalán de inmigración en escenarios públicos para garantizar los derechos de las personas que vengan.

¿Cómo se concilia la Ley de Acogida catalana con la nueva Ley de Extranjería del Estado español?
Resuelve cómo atender a las personas con proximidad en los trámites. Ahora Catalunya tendrá más experiencia que brindar a otras comunidades autónomas, para que puedan incentivar ciertas políticas surgidas desde iniciativas locales. Como la incorporación de los jóvenes reagrupados al mercado laboral, que fue un cambio en la Ley española, que fue propuesta por las comunidades autónomas.

¿Qué situaciones no resuelve la Ley de Acogida?
La regularización. También si priorizamos o no la reagrupación.

¿Adopta esta Ley alguna medida contra la xenofobia?
Obliga a las administraciones a disponer de recursos para garantizar los derechos de las personas.

¿Crea instrumentos contra este fenómeno?
El Congreso de los Diputados está discutiendo un proyecto de Ley de Igualdad para combatir cualquier tipo de discriminación, sea o no racial. Yo creo que el Partido Popular (PP) teme que Plataforma X Catalunya le quite votos, pero en Catalunya y en España están dispersas este tipo de fuerzas políticas. No es como en el resto de Europa, donde están unificadas. Por eso Aznar (José María) lo intentó en el pasado. Ahí tenemos el caso de Fuerza Nueva, que llegó a tener ocho diputados en el Congreso. Xavier García Albiol aplica el populismo más salvaje, de guerra entre clases populares.

¿Y el PP de Madrid?
Esperanza Aguirre no quiere tener problemas con la numerosa comunidad rumana que hay en Madrid. Ellos votan ahora en las municipales porque son europeos. Además, algunos países del este identifican el socialismo con los antiguos regímenes comunistas. Todo ello es lo más grave, porque el PP adopta un discurso en hipócrita, insostenible como partido democrático. Para ellos aquí los rumanos son una mancha, pero en Madrid no.

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