El PP catalán centrará la campaña de las municipales en lo ‘negativo’ de la inmigración
tribuna latina.
C.B.
Justo cuando la llegada de trabajadores extranjeros está experimentando una clara disminución tanto en España como en Catalunya, y cuando se potencia el regreso de los recién llegados, la inmigración amenaza con convertirse en una arma electoral de primera magnitud. Y no sólo para los partidos que flirtean (con cierto éxito) con la xenofobia, como la Plataforma per Catalunya de Josep Anglada, porque la tentación de hacer populismo entorno a la inmigración amenaza con extenderse también entre los partidos tradicionales de derecha. Muy especialmente entre el PP catalán, que ya ha dado muestras inequívocas, durante los últimos años, de un discurso cada vez más duro con la inmigración, y que ahora quiere hacer de ello su tema estrella de cara a las elecciones municipales de 2011, según revela este jueves El Confidencial Digital.
El digital cita fuentes cercanas al PP catalán para afirmar que el partido quiere convertir los problemas alrededor de la inmigración "en uno de sus caballos de batalla electorales" de cara a las municipales. Esta información explica que los argumentarios electorales de la formación tendrán como una de sus "materias centrales", "el control de la llegada 'sin papeles". Y da más detalles diciendo que el PP hará campaña prometiendo "el no empadronamiento de inmigrantes", "la prohibición de vestir el ‘burka' en lugares públicos" y la clausura "de las cada vez más abundantes mezquitas clandestinas".
Un fenomeno común a toda Europa
El PP ya hace unos cuántos años que ‘experimenta' con la retórica anti-inmigración, especialmente a nivel municipal, en lo que parece una estrategia para arañar votos en barrios y municipios tradicionalmente obreros –de acuerdo con el fenómeno experimentado en toda Europa, donde el voto populista ha crecido en antiguos feudos socialistas y comunistas, en buena parte debido al impacto de la llegada de inmigrantes. Esta estrategia, además, podría contener el avance de los partidos considerados como abiertamente xenófobos y populistas, por el método de incorporar parte de su discurso.
La tentación de las soluciones 'fáciles'
Esta es una tendencia que, a pesar de que es claramente minoritaria, no hace más que crecer en Catalunya y en España, especialmente desde el inicio de la crisis económica, que ha exacerbado las tensiones entre los trabajadores locales y los recién llegados en la competencia por los puestos de trabajo disponibles, abonando así el terreno para las soluciones ‘fáciles' del discurso populista. Y, a pesar de que el PP es líder en el endurecimiento del discurso sobre la inmigración –destacan especialmente los regidores Alberto Fernández Díaz (Barcelona) y Xavier García Albiol–, el resto de partidos, aunque sea en menor grado, no son en absoluto inmunes al contagio. Cómo se ha visto, por ejemplo, en toda la polémica alrededor del empadronamiento en Vic –dónde gobiernan CiU, ERC y PSC– o, incluso, en el apreciable cambio de tono del último ministro de Trabajo e Inmigración –nueva denominación para la cartera, también muy significativamente–, Celestino Corbacho, respecto a su predecesor.
http://www.eldebat.cat/cast/notices/2010/04/el_pp_centrara_la_campana_de_las_municipales_en_la_inmigracion_30686.php
C.B.
Justo cuando la llegada de trabajadores extranjeros está experimentando una clara disminución tanto en España como en Catalunya, y cuando se potencia el regreso de los recién llegados, la inmigración amenaza con convertirse en una arma electoral de primera magnitud. Y no sólo para los partidos que flirtean (con cierto éxito) con la xenofobia, como la Plataforma per Catalunya de Josep Anglada, porque la tentación de hacer populismo entorno a la inmigración amenaza con extenderse también entre los partidos tradicionales de derecha. Muy especialmente entre el PP catalán, que ya ha dado muestras inequívocas, durante los últimos años, de un discurso cada vez más duro con la inmigración, y que ahora quiere hacer de ello su tema estrella de cara a las elecciones municipales de 2011, según revela este jueves El Confidencial Digital.
El digital cita fuentes cercanas al PP catalán para afirmar que el partido quiere convertir los problemas alrededor de la inmigración "en uno de sus caballos de batalla electorales" de cara a las municipales. Esta información explica que los argumentarios electorales de la formación tendrán como una de sus "materias centrales", "el control de la llegada 'sin papeles". Y da más detalles diciendo que el PP hará campaña prometiendo "el no empadronamiento de inmigrantes", "la prohibición de vestir el ‘burka' en lugares públicos" y la clausura "de las cada vez más abundantes mezquitas clandestinas".
Un fenomeno común a toda Europa
El PP ya hace unos cuántos años que ‘experimenta' con la retórica anti-inmigración, especialmente a nivel municipal, en lo que parece una estrategia para arañar votos en barrios y municipios tradicionalmente obreros –de acuerdo con el fenómeno experimentado en toda Europa, donde el voto populista ha crecido en antiguos feudos socialistas y comunistas, en buena parte debido al impacto de la llegada de inmigrantes. Esta estrategia, además, podría contener el avance de los partidos considerados como abiertamente xenófobos y populistas, por el método de incorporar parte de su discurso.
La tentación de las soluciones 'fáciles'
Esta es una tendencia que, a pesar de que es claramente minoritaria, no hace más que crecer en Catalunya y en España, especialmente desde el inicio de la crisis económica, que ha exacerbado las tensiones entre los trabajadores locales y los recién llegados en la competencia por los puestos de trabajo disponibles, abonando así el terreno para las soluciones ‘fáciles' del discurso populista. Y, a pesar de que el PP es líder en el endurecimiento del discurso sobre la inmigración –destacan especialmente los regidores Alberto Fernández Díaz (Barcelona) y Xavier García Albiol–, el resto de partidos, aunque sea en menor grado, no son en absoluto inmunes al contagio. Cómo se ha visto, por ejemplo, en toda la polémica alrededor del empadronamiento en Vic –dónde gobiernan CiU, ERC y PSC– o, incluso, en el apreciable cambio de tono del último ministro de Trabajo e Inmigración –nueva denominación para la cartera, también muy significativamente–, Celestino Corbacho, respecto a su predecesor.
http://www.eldebat.cat/cast/notices/2010/04/el_pp_centrara_la_campana_de_las_municipales_en_la_inmigracion_30686.php
Comentarios
España necesita urgentemente una DERECHA DEMOCRÁTICA QUE SE PUEDA HOMOLOGAR EN EUROPA.
El PP demuestra en el día a día que sus integrantes gozan de una elevada dosis de cinismo, de hipocresía, de manipular o intentarlo al menos, cada mala noticia que pueda perjudicar al gobierno.
Gobierno que por cierto se muestra incapaz de generar ideas o proyectos que nos permitan salir de este pozo que llaman crisis.
Poner a los inmigrantes como herramienta para captar votos deja de claro manifiesto la incapacidad de poder transmitir mensajes a las masas que producan en las mismas un mínimo de confianza, entonces se centran en alguien o en algo en el cual hecharles las culpas de sus males.