Govern y CiU se unen para imponer a los extranjeros el catalán

El Parlament dará hoy luz verde a la Ley de acogida de inmigrantes, que prioriza el catalán sobre el castellano.

Con los votos a favor del Gobierno tripartito –PSC, ERC e ICV– y CiU, el Parlament dará luz verde hoy a la Ley de acogida de las personas inmigradas y retornadas a Cataluña. Esta normativa contará con la oposición de PP y C’s y no viene exenta de polémica, en este caso por motivos lingüísticos. La ley está impulsada por la conselleria de Acció Social, dirigida por Carme Capdevila (ERC).

Por primera vez, una ley reconocerá el catalán como lengua común de acogida. El artículo 9 del capítulo 2 de esta normativa indica que «el catalán tiene la consideración de idioma común para la gestión de las políticas de acogida e integración».

El texto añade que «tiene también la consideración de lengua vehicular de la formación y la información, instrumento básico para la plena integración en el país. Con esta finalidad, el aprendizaje lingüístico ofrecido por los servicios de primera acogida comenzará por la adquisición de las competencias en catalán».


Castellano arrinconado

El apartado lingüístico de la ley concluye que «finalizada la formación de la lengua catalana, el servicio de primera acogida ofrecerá la formación para la adquisición de las competencias básicas en castellano». En definitiva, el español queda en segundo lugar.

El PP presentó en marzo un recurso ante el Consejo de Garantías Estatutarias, en el que pedía un dictamen vinculante sobre las competencias lingüísticas básicas de catalán de esta ley.

La portavoz del PP, Dolors Montserrat, denunció entonces que el artículo 9 «rompe con el principio de igualdad establecido en la Constitución, ya que el desconocimiento del castellano supondrá un handicap para los inmigrantes que quieran, tras su paso por Cataluña, trasladarse a otras comunidades».

Sin embargo, el Consejo de Garantías Estatutarias desestimó el recurso y avaló por unanimidad la normativa. Según este organismo, el citado artículo «no es contrario a la Constitución ni al Estatut». Este apartado lingüístico de la normativa está siendo analizado por el Tribunal Constitucional y es uno de los puntos calientes de cara a la sentencia.

Con esta normativa, Cataluña será pionera en regular las competencias que otorga la Ley de Extranjería a las comunidades autónomas sobre la acreditación de la integración para los trámites de arraigo social, renovación de las autorizaciones de residencia temporal y de acceso a la nacionalidad por residencia.

Según prevé la ley, los inmigrantes obtendrán una acreditación oficial tras cursar un itinerario de primera acogida con formación básica de catalán.


Informe revelador


A pesar de las insistencia de la clase política para que los inmigrantes aprendan, hablen y se comuniquen en catalán, un estudio presentado ayer por la Secretaría de Joventud del Departamento de Acción Social, constata que la mayoría de los extranjeros habla antes la lengua castellana que catalán.

En el caso de los inmigrantes que provienen de países de habla hispana, sólo uno de cada cinco jóvenes habla catalán. Y el 32,6 por ciento señalan que sólo habla castellano. De este modo, el informe apunta que «en la actualidad se sigue observando un uso monolingüe del castellano entre los jovenes inmigrantes tanto porque los que provienen de los países latinoamericanos no cambian su lengua, como porque los inmigrantes de otros países han acabado usando normalmente el castellano de forma exclusiva».

Bajo el título «Necesidades y demandas de los Jóvenes inmigrantes en Cataluña», el estudio también admite que un 48,8 por ciento de los encuestados identifican que el castellano fue la primera lengua que aprendieron. Ésta fue «transmitida familiarmente y adquirida en el proceso de socialización del individuo», detalla el estudio dirigido por Amado Alarcón y Katia Lurbe. En cambio, un 44,3 por ciento de la población considera el catalán como lengua propia, cuatro puntos por debajo de lo que representa el castellano.

«El castellano opera claramente como lengua de acogida, ya que evita la exclusión social», admite el informe del Govern. Y es que, según el estudio, es esta lengua la que permite el primer acceso al mercado de trabajo, al acceso de la información y a los servicios públicos. Teniendo en cuenta que el 92 por ciento de los jovenes migrantes aprende castellano al llegar a Cataluña, se convierte así en la «lengua franca entre los inmigrantes», dice el estudio.


Catalán, promoción social

Por su parte, el catalán es presentado como la «lengua de promoción social». «El catalán es considerado como una prioridad para trabajar en los municipios pequeños, mientras que, en los municipios grandes, el castellanos e utiliza para los trabajos de baja cualificación y el catalán se utiliza para comunicarse con las instituciones, con los servicios sanitarios, los servicios de los ayuntamientos o las oficinas de la Generalitat.

«Según los entrevistados el catalán marca la diferencia para acceder a todo tipo de recursos en Cataluña, especialmente los más valorados y se percibe como una lengua con una gran importancia para mejorar la posición social y laboral», detalla el informe de la Secretaría de Juventud. «Se percibe así como un factor importante para el futuro laboral», añade.

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