Las presiones xenófobas y el electoralismo en Vic

El coordinador federal de Izquierda Unida, Cayo Lara, denuncia que “algunas formaciones políticas de Vic no deben caer en un electoralismo barato y a corto plazo, y dejarse influir ni arrastrar por algún grupo xenófobo y ultra que tienen en su propia Corporación”.

Lara considera que el alcalde de CiU de esta localidad barcelonesa “está actuando con una hipocresía política muy reprochable. Trata de colar de rondón una manifiesta ilegalidad como es vetar el padrón a los inmigrantes que no estén regularizados alegando que con ello ‘salva la ciudad’ y asegurando que es una medida en estudio y que aún no está en vigor, cuando en la práctica ya se aplica a los residentes extranjeros que carecen de papeles en regla”.

El máximo dirigente de IU ha emplazado al Ayuntamiento de Vic a “cumplir la legalidad vigente. Y lo deben hacer no sólo por cuestión de derechos humanos si no por que lo dice una ley ya de por sí con muchas limitaciones como es la Ley de Extranjería, que nadie debe interpretar de manera aún más restrictiva”.

Cayo Lara advirtió de que “quienes se dejan presionar por grupos xenófobos y no responden de forma tajante a las actitudes ilegales evidencian bastantes carencias para ocupar un cargo público de responsabilidad”. En este sentido, hizo un llamamiento a las direcciones autonómicas o nacionales de las formaciones que comparten el gobierno municipal de Vic “para que manifiesten de forma clara y sin rodeos ni medias palabras cuál es su postura en este asunto” y no dejen un caso “de tanta importancia y trascendencia” al libre albedrío de sus concejales.

En su opinión, situaciones como ésta requieren de “mucha pedagogía y mucha prudencia para convencer a los ciudadanos de una localidad y a los trabajadores de que la responsabilidad y la culpa de la crisis no la tienen los inmigrantes”.

“La mejor forma de resolver estos brotes xenófobos –dijo- es generar políticas concretas que creen empleo y garanticen una buena protección social, y no caer en el populismo ni en lo fácil que es atacar al más débil y recortar derechos establecidos. Es especialmente preocupante que algunas posiciones xenófobas estén llegando ya hasta ciertos cargos políticos, algo que hubiera sido impensables en otro tiempo”.

Cayo Lara recordó que durante los gobiernos de derechas de José María Aznar “llegaron a nuestro país más de tres millones de inmigrantes. Entonces no hubo brotes de xenofobia ni de racismo porque, en época de bonanza económica, se utilizaban para justificar políticas de salarios bajos y como fuente de beneficios para muchos que se aprovecharon del ‘boom’ del ladrillo.
Ahora no puede haber hipócritas de corten por lo sano y hagan pagar a los inmigrantes unos males que no han generado”.

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