La inmigración es la novena preocupación de los vecinos de Vic
El Ayuntamiento de Vic ha tomado el pulso a la ciudad con una encuesta realizada el pasado noviembre y presentada en plena polémica por la negativa a empadronar a los inmigrantes sin papeles para "poner orden y responder a una demanda social", según el alcalde, Josep María Vila d'Abadal, de CiU.
Pero a tenor de los resultados, presentados ayer, su actuación tiene poca justificación.
La inmigración ocupa la novena posición en la lista de preocupaciones de los vicenses, por detrás del paro, los aparcamientos, las zonas verdes e incluso la recogida de basuras o la falta de equipamientos y ocio. Sólo un 4,6% de los encuestados lo consideran un problema, 2,6 puntos por debajo que un año atrás.
La explicación técnica a este cambio se atribuye, en parte, al hecho de que la muestra de 2008 sólo recogió la opinión de un 8% de inmigrantes mientras que para el 2009 se entrevistó hasta un 23% de inmigrantes, para obtener una visión "más real" de Vic. En la ciudad hay un 24% de población extranjera. El descontrol sobre la llegada de inmigrantes, su alto porcentaje en la población local, la no adaptación y la masificación sólo es señalado como principal problema por el 18% de los ciudadanos, que cree que Vic empeorará en los próximos 10 años.
En cuanto a conocimiento y valoración de los políticos, el líder del partido xenófobo Plataforma per Cataluña, Josep Anglada, continúa siendo el más conocido (80,3%), aunque pierde más de 10 puntos en un año y tiene al alcalde, Vila d'Abadal, pisándole los talones (80%). Anglada es el más conocido y el peor valorado (2,89 en una escala de 0 a 10).
Precisamente ayer, Vila recibió el apoyo de los alcaldes de Convergència i Unió y altos cargos de la federación, que se desplazaron a Vic para arroparle. Todos insistieron en que "la regulación de la inmigración es una demanda social y algo hay que hacer". Con todo, rechazaron que pretendan negar derechos a los inmigrantes.
Pero a tenor de los resultados, presentados ayer, su actuación tiene poca justificación.
La inmigración ocupa la novena posición en la lista de preocupaciones de los vicenses, por detrás del paro, los aparcamientos, las zonas verdes e incluso la recogida de basuras o la falta de equipamientos y ocio. Sólo un 4,6% de los encuestados lo consideran un problema, 2,6 puntos por debajo que un año atrás.
La explicación técnica a este cambio se atribuye, en parte, al hecho de que la muestra de 2008 sólo recogió la opinión de un 8% de inmigrantes mientras que para el 2009 se entrevistó hasta un 23% de inmigrantes, para obtener una visión "más real" de Vic. En la ciudad hay un 24% de población extranjera. El descontrol sobre la llegada de inmigrantes, su alto porcentaje en la población local, la no adaptación y la masificación sólo es señalado como principal problema por el 18% de los ciudadanos, que cree que Vic empeorará en los próximos 10 años.
En cuanto a conocimiento y valoración de los políticos, el líder del partido xenófobo Plataforma per Cataluña, Josep Anglada, continúa siendo el más conocido (80,3%), aunque pierde más de 10 puntos en un año y tiene al alcalde, Vila d'Abadal, pisándole los talones (80%). Anglada es el más conocido y el peor valorado (2,89 en una escala de 0 a 10).
Precisamente ayer, Vila recibió el apoyo de los alcaldes de Convergència i Unió y altos cargos de la federación, que se desplazaron a Vic para arroparle. Todos insistieron en que "la regulación de la inmigración es una demanda social y algo hay que hacer". Con todo, rechazaron que pretendan negar derechos a los inmigrantes.
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