Tres veces discriminadas

Un estudio de Intermón revela la dificultad de ser mujer, inmigrante y empleada doméstica; especialmente en tiempos de crisis


En la misma semana, dos informes de dos entidades diferentes han coincidido en el mismo mensaje: la crisis no ha expulsado a los inmigrantes ni es probable que lo vaya a hacer.

El martes pasado fue la Fundación Ceimigra, una entidad especializada en la formación de extranjeros y el análisis del fenómeno migratorio. Dos días más tarde, Intermón Oxfam presentó en Valencia el resultado del proyecto Abriendo Mundos, una iniciativa que analiza la situación de las inmigrantes andinas (bolivianas, ecuatorianas, colombianas y peruanas) en España y que llegó a la misma conclusión.

Este último trabajo también denuncia las condiciones de un sector especialmente castigado por la suma de tres elementos discriminatorios: ser mujer, inmigrante y trabajadora del hogar.

El estudio analiza cómo la llegada de estas mujeres ha cubierto una necesidad en la sociedad española -ha permitido el desarrollo profesional de las mujeres, el cuidado de niños y ancianos- que no se ha gestionado adecuadamente mediante políticas migratorias adecuadas y que ha condenado a estas personas a la irregularidad administrativa, la marginación y, en ocasiones, a la explotación laboral.

"Ser mujeres las condiciona casi exclusivamente al trabajo de hogar y de los cuidados. La falta de previsión de las políticas de inmigración contribuye a que la mayoría estén en situación irregular y ello las condiciona a la hora de exigir derechos y condiciones dignas de trabajo y salario", apunta Mónica Corona, responsable del programa, que lo presentó en Valencia junto a la coordinadora en España, Zinna Quirós.

El documento destaca la relevancia de la inmigración femenina, no solo por superar al volumen de la masculina, sino porque son ellas las que envían un mayor volumen de remesas a sus países, una cantidad de dinero que, en ocasiones, es la segunda fuente de ingresos de los países, por detrás de las explotaciones de hidrocarburos. En el caso de Bolivia, por ejemplo, el 73% de los envíos los hacen mujeres.

A pesar de las dificultades a las que se enfrentan estas mujeres, no todas las conclusiones son negativas. "No pretendemos dar una imagen victimizadora", apunta Coronas. Las circunstancias que fuerzan a las mujeres a buscar empleo, negociar un salario, condiciones laborales o gestionar un sueldo llevan aparejadas procesos de "generación de autonomía", como explica la coordinadora del trabajo. Además, se ha producido un cambio en las relaciones de género con sus parejas -"son más equitativas"-, no solo por la influencia de los modelos sociales en España. En buena parte de los casos, ellas son la principal fuente de ingresos familiar.

fuente: el país

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