La cita previa en extranjería deja a inmigrantes sin opción de retorno

El reciente abandono del trámite de urgencia ralentiza los permisos para ir al país de origen

La subdelegación del Gobierno admite la falta de funcionarios para agilizar gestiones


Desde el pasado martes, los inmigrantes que van a buscar el permiso para viajar de urgencia a su país topan con que no pueden ni acceder a la oficina de extranjería de la calle de Múrcia de Barcelona si no disponen de una cita concertada por internet. Se trata de una condición legal que ya existía, pero que en la práctica se había convertido en minoritaria respecto a la tramitación inmediata de este tipo de documentación, que permite a los extranjeros ir a su país y regresar si se constata que sus papeles están en regla y que están tramitando, por ejemplo, una renovación de sus permisos.

Este cambio ha generado desde el martes graves perjuicios a ciudadanos extracomunitarios que desconocían esta novedad y no disponían de margen para esperar los días que tarda la obtención de la cita previa. Es el caso de Saíd, de 33 años, que pagó 1.080 euros por un billete a Pakistán con fecha de ayer para ir a ver su mujer, embarazada de ocho meses e ingresada en un hospital de Mandi Bahauddin (en el norte del país). Al darse cuenta de que se requiere cita, la pidió y la ha obtenido para el 25 de noviembre. Tarde. Su cara era ayer la imagen del bloqueo, la desolación y la impotencia frente al guarda de seguridad que se ha convertido en el encargado de explicar los cambios.

Fadoua, de 40 años, tiene a su madre enferma en Tetuán (Marruecos). El martes conoció la aplicación de los requisitos de cita previa y tomó cuatro taxis para buscar solución en otras oficinas de extranjería. En vano. «En otros países como en Bélgica u Holanda respetan a la gente; aquí, no», denuncia. Tenía un billete para volar ayer por la tarde a Tánger. Y mascaba ya la rabia por no tener permiso para irse. Lo mismo le pasa a la joven Jamila. Desesperada, llamaba a una amiga por teléfono para buscar una salida. Tenía un vuelo urgente, su madre enferma en Marruecos, y creía disponer de una cita para ayer por la mañana pero no fue así.

OFICINA COLAPSADA / Fuentes de la subdelegación del Gobierno admiten que hasta ahora se aceptaba tramitar casos urgentes de forma excepcional. Y la excepción se convirtió en norma. Además, según estas fuentes, los funcionarios de extranjería están desbordados con la tramitación de la renovación de permisos. Se están gestionando 150.000 expedientes, de los cuales entre 80.000 y 90.000 corresponden al permiso de residencia permanente. «Nuestra prioridad es evitar que estos ciudadanos se conviertan en irregulares sobrevenidos debido a que no completamos su renovación», alegan estas fuentes, que reconocen que se ha solicitado desde hace meses a los responsables políticos de la Delegación del Gobierno una mayor dotación de personal para atender más rápidamente a los inmigrantes. Por lo visto, la llamada contención económica de las administraciones también ha llegado a estas oficinas.

La autorización de retorno es un trámite ágil, porque consiste simplemente en acreditar que el inmigrante tiene su documentación en regla, está pendiente de respuesta a su proceso de renovación de papeles, y mientras tanto puede viajar a su país y regresar. Oficialmente, la cita previa ahora establecida supone un plazo de no más de tres días. Pero ayer eran varios los extranjeros que se desesperaban con citas para dentro de más de una semana.

Los casos de impotencia se multiplicaban ayer. Una ciudadana colombiana planea viajar a su país el sábado de vacaciones y ya acudió a la oficina hace 15 días. Sigue pendiente del permiso y de la renovación de su documentación. Unas renovaciones por las que se tarda varios meses en obtener respuesta afirmativa o negativa por parte del Gobierno.

fuente: el periodico

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