El 71% de los inmigrantes rumanos de Madrid quiere retornar a su país de origen
(PD).- Cerca de las tres cuartas partes de los inmigrantes rumanos que viven en la Comunidad de Madrid (71 por ciento) quieren regresar a su país de origen y de ellos, un 62 por ciento tiene pensado hacerlo en los próximos cinco años, según un estudio elaborado por la Fundación Soros de Rumanía presentado por la embajadora de aquel país, María Ligor.
"Se estima que una parte importante de los emigrantes rumanos regresarán a su país y hemos constatado un incremento importante de retornados, aunque por ahora no existen estadísticas", señaló Ligor, quien explicó que son más de 2,3 millones de personas las que viven fuera del país, aunque "nadie sabe exactamente cuántas son".
Según explicó el experto de la Facultad de Sociología y Asistencia Social de la Universidad de Bucarest, Dumitru Sandu, estas perspectivas de retorno no están directamente vinculadas a la crisis económica, sino a los planes de ahorro de los emigrantes rumanos, que partieron para buscar un trabajo, en dos tercios de los casos, acompañados de su familia.
Uno de los factores determinantes para el retorno es, conforme el estudio, el sueldo que puedan obtener en Rumanía. Entre los inmigrantes sondeados en Madrid, los que están decididos a retornar a casa algún día afirman que no aceptarán menos de 800 euros al mes, frente a los 1.000 euros mensuales que exigen quienes no están seguros de emprender la vuelta al país de origen.
"La inmigración de regreso no es sólo un proyecto de vida sino un estado de espíritu. Como proyecto implica una planificación del regreso en el tiempo, con una fuerte asociación a otros proyectos de vida. Como estado de espíritu, se define por el descontento en relación con los efectos que había tenido la emigración sobre la propia familia", explica el estudio.
Así, el 57 por ciento de quienes afirman que regresarán "pronto" a Rumanía no lo harán solos, sino con algún familiar, ya que en un 70 por ciento de los casos los inmigrantes viven con alguien de su familia. Además, el 44 por ciento de los emigrantes son matrimonios con hijos menores de edad y su tiempo medio de permanencia en España es de 72 meses.
INTEGRACIÓN Y CONVIVENCIA
En cuanto al perfil del inmigrante rumano que vive en la región, el estudio revela un empeoramiento en las condiciones de vida de estas personas, pues si en 2007 cohabitaban de media 4,2 personas por vivienda, en 2008 la cifra se ha elevado a 5,08, de modo que un 60 por ciento de estos extranjeros viven con más de cinco personas y, en un 79 por ciento de los casos, comparten el espacio con otras familias.
No obstante, aunque el 15 por ciento de los rumanos comparte su habitación con más de dos personas, sólo uno de cada diez está "descontento" con su alojamiento en España. Además, un 13 por ciento de estos inmigrantes han comprado un piso, generalmente con créditos a 20 o 30 años. De estos nuevos propietarios, el 2 por ciento no puede pagar sus gastos corrientes por culpa de la hipoteca, situación que sufre también el tres por ciento de quienes viven en régimen de alquiler.
El estudio aborda asimismo las relaciones de los inmigrantes rumanos una vez en España y explica que tienden a concentrarse geográficamente por las redes de apoyo que establecen entre ellos. No en vano, el 79 por ciento de estas personas ha recibido apoyo de compatriotas para encontrar vivienda, trabajo o apoyo económico.
"En los 12 meses anteriores a la encuesta el 70 por ciento de los entrevistados había prestado ayuda a alguien", explicó la socióloga y coautora del estudio Alexandra Mihai, quien lamentó que si bien el 50 por ciento de los encuestados recibió más de diez peticiones de ayuda en el último año, la mitad de ellos sólo pudo apoyar a una media de tres personas.
Asimismo, la experta destacó las "buenas relaciones con los españoles en el trabajo" que mantiene el 44 por ciento de los rumanos frente a un 15 por ciento que dice tener relaciones igual de buenas con sus compatriotas en España. En este sentido, señaló que seis de cada diez no conoce asociaciones de rumanos y "muy pocos se interesan por la política", ya que sólo un diez por ciento de los entrevistados dijo haber votado en las elecciones locales.
Mihai incidió además en que un 51 por ciento de los inmigrantes rumanos se siente conectado "en muy gran medida o en gran medida" a la localidad madrileña en la que vive, frente a un 49 por ciento que tiene estos sentimientos respecto a España.
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