Desacuerdo político por reforma de Extranjería

Los socialistas españoles y los nacionalistas catalanes rechazaron la propuesta de reforma de Extranjería del Partido Popular (PP), Esquerra Republciana de Catalunya (ERC), Izquierda Unida (IU) e Iniciativa per Catalunya Verds (ICV). Los grupos parlamentarios del PSOE y de CiU en el Congreso de los Diputados rechazaron ayer tramitar la iniciativa de los otros partidos, para esperar el texto del Gobierno y pactar la legislación migratoria del futuro.

El portavoz de los populares, Rafael Hernando, explicó que la proposición de ley de su grupo pretende ordenar los flujos migratorios, acabar las regularizaciones masivas, limitar la reagrupación familiar y terminar con el "coladero por tierra, mar y aire" que a su juicio se ha convertido España desde la llegada del PSOE al poder.

Para favorecer la integración de los inmigrantes, Hernando abogó por implantar el contrato de integración, anunciado por el líder del PP, Mariano Rajoy, en la campaña de las últimas elecciones generales, por el que se pretende obligar a los extranjeros que quieran renovar su primera autorización de residencia a firmar un documento que les comprometa a aprender el idioma y a "respetar el sistema legal y de costumbres" de España.

"Desgraciadamente hay personas que vienen a nuestro país provenientes culturas que no respetan los avances sociales que se han producido nuestra sociedad democrática, como la igualdad de género, el respeto a las minorías, a la libertad o a los menores", enfatizó.

A la derecha de Berlusconi
En opinión del portavoz socialista, Manuel de la Rocha, en la propuesta del PP subyace "un hondo prejuicio hacia los inmigrantes y una idea negativa del fenómeno migratorio" y agregó que el contrato de integración es "inútil, degradante y de indudable fondo xenófobo". "En este punto el PP está en el extremo del extremo Europeo. Se han quedado solos en Europa, a la derecha no ya de Sarkozy sino de Berlusconi".

Pese a los diferencias en los planteamientos, el portavoz del PSOE llamó al principal partido de la oposición al "consenso y al acuerdo" para que el proyecto del Gobierno, "que llegará en unas semanas" al Congreso, "pueda incorporar la posición de todos los grupos".

El representante de CiU, Carles Campuzano, también prefirió esperar al texto del Ejecutivo socialista y anunció que su grupo defenderá atraer la inmigración cualificada, los inmigrantes que tengan familiares en España y la inmigración temporal.

Por parte de PNV, Emilio Olabarría se abstuvo en la votación porque, "aunque ambas propuestas contienen aspectos positivos, son incompletas" y con el proyecto del Gobierno habrá más posibilidades de llegar a acuerdos. Además, preguntó al PP que significa ser "un buen español" y si el contrato de integración incluirá "cursillos de sevillanas o aprender a hacer tortilla de patatas".

ICV: proyecto del Gobierno es un retroceso
A su vez, el diputado de ICV, Joan Herrera, dijo que la propuesta del Gobierno "ya llega tarde" y supone un retroceso de los derechos de los inmigrantes porque limita la educación y la reagrupación familiar y amplía el catálogo de sanciones.

Herrera propuso que los extranjeros puedan votar en las elecciones municipales independientemente del país de que provengan y que en cada Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) se constituya un comité de garantías que vele por el respeto a los Derechos Humanos. Por parte de Unión, Progreso y Democracia (UPyD), Rosa Díez, apoyó la tramitación de ambos textos.

EP

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