Decomisan la cámara al fotógrafo que ha probado las redadas
Las fotos de Edu León han servido para probar los controles a inmigrantes.
Lleva dos semanas sin su herramienta de trabajo por orden de un juez.
Una imagen vale más que mil palabras. El fotógrafo Edu León lo sabe y por eso se ha dedicado a documentar las redadas de inmigrantes en Madrid.
Así, mientras el ministro del Interior Alfredo Pérez Rubalcaba sigue insistiendo en que no existen tales controles, el catálogo de fotos de León no ha parado de crecer en el último año con nuevas estaciones de metro “calientes” y calles “prohibidas” para los sin papeles.
El sábado 24 de julio, León transitaba por un pasillo de la estación de metro de Legazpi cuando se encontró con una redada típica: dos agentes de paisano le pedían la documentación a los viajeros con rasgos extranjeros.
Sacó su cámara. Justo cuando iba a disparar lo descubrió un guardia de seguridad. Avisó a los policías. “Me pidieron que les enseñara las fotos, pero no había tomado ninguna”, cuenta León.
Los agentes no se fiaron y lo llevaron a la comisaría de Sol. Le retuvieron la cámara y la tarjeta de memoria.
“El Comisario me dice: he hablado con el juez y me ha dado autorización para quitarte la cámara”, narra el fotógrafo.
Le hicieron firmar un papel y lo dejaron salir sin su herramienta de trabajo, una máquina valorada en 2.500 euros.
La Policía Nacional tiene su propia versión de los hechos: “los dos agentes estaban desarrollando un operativo contra el hurto en Legazpi y este señor llegó a obstaculizar su trabajo. Los policías se comunican con el juzgado de guardia y es él quien ordena que le requisen la cámara”.
A la pregunta de por qué un juez puede decretar la retención de una cámara fotográfica, la fuente policial responde que “un juez no tiene que explicar sus actuaciones a un periodista ni a la propia policía”.
El abogado Gustavo Fajardo, que lleva la defensa jurídica de Edu León, alega que las autorizaciones judiciales nunca se dictan por teléfono.
“Eso no existe, son prácticas policiales franquistas. Las órdenes de un juez tienen que estar por escrito, estamos en un sistema de garantías”, argumenta.
Y añade: “¿Qué es lo que se quiere ocultar? La Policía no puede pretender que sus actuaciones no sean vigiladas por los periodistas. El trabajo de investigación de León ha demostrado que existen las identificaciones de inmigrantes por sus rasgos físicos, tal vez eso es lo que les molesta”.
Manuel Mediavilla, del Sindicato de Periodistas de Madrid, también defiende el derecho a la información. “No me parece normal que le quiten su herramienta de trabajo a Edu León. Un periodista tiene la obligación de informar lo que sucede en las calles, está dejando testimonios de unos hechos”, apunta.
Por el momento, el derecho a la información de Edu León lleva quince días guardado en una comisaría. Ahora las redadas sí son invisibles porque como dice Umberto Eco: “lo que no aparece en los medios no existe”.
Lleva dos semanas sin su herramienta de trabajo por orden de un juez.
Una imagen vale más que mil palabras. El fotógrafo Edu León lo sabe y por eso se ha dedicado a documentar las redadas de inmigrantes en Madrid.
Así, mientras el ministro del Interior Alfredo Pérez Rubalcaba sigue insistiendo en que no existen tales controles, el catálogo de fotos de León no ha parado de crecer en el último año con nuevas estaciones de metro “calientes” y calles “prohibidas” para los sin papeles.
El sábado 24 de julio, León transitaba por un pasillo de la estación de metro de Legazpi cuando se encontró con una redada típica: dos agentes de paisano le pedían la documentación a los viajeros con rasgos extranjeros.
Sacó su cámara. Justo cuando iba a disparar lo descubrió un guardia de seguridad. Avisó a los policías. “Me pidieron que les enseñara las fotos, pero no había tomado ninguna”, cuenta León.
Los agentes no se fiaron y lo llevaron a la comisaría de Sol. Le retuvieron la cámara y la tarjeta de memoria.
“El Comisario me dice: he hablado con el juez y me ha dado autorización para quitarte la cámara”, narra el fotógrafo.
Le hicieron firmar un papel y lo dejaron salir sin su herramienta de trabajo, una máquina valorada en 2.500 euros.
La Policía Nacional tiene su propia versión de los hechos: “los dos agentes estaban desarrollando un operativo contra el hurto en Legazpi y este señor llegó a obstaculizar su trabajo. Los policías se comunican con el juzgado de guardia y es él quien ordena que le requisen la cámara”.
A la pregunta de por qué un juez puede decretar la retención de una cámara fotográfica, la fuente policial responde que “un juez no tiene que explicar sus actuaciones a un periodista ni a la propia policía”.
El abogado Gustavo Fajardo, que lleva la defensa jurídica de Edu León, alega que las autorizaciones judiciales nunca se dictan por teléfono.
“Eso no existe, son prácticas policiales franquistas. Las órdenes de un juez tienen que estar por escrito, estamos en un sistema de garantías”, argumenta.
Y añade: “¿Qué es lo que se quiere ocultar? La Policía no puede pretender que sus actuaciones no sean vigiladas por los periodistas. El trabajo de investigación de León ha demostrado que existen las identificaciones de inmigrantes por sus rasgos físicos, tal vez eso es lo que les molesta”.
Manuel Mediavilla, del Sindicato de Periodistas de Madrid, también defiende el derecho a la información. “No me parece normal que le quiten su herramienta de trabajo a Edu León. Un periodista tiene la obligación de informar lo que sucede en las calles, está dejando testimonios de unos hechos”, apunta.
Por el momento, el derecho a la información de Edu León lleva quince días guardado en una comisaría. Ahora las redadas sí son invisibles porque como dice Umberto Eco: “lo que no aparece en los medios no existe”.
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