Al señor Carles Capdevila. director del diario ARA.

Al señor Carles Capdevila.

Señor Capdevila, leyendo una nota por usted firmada en el joven diario que usted dirige me veo motivado a contestarle.

Evidentemente ni espero respuesta ni creo que se tome el tiempo para llegar a leer en su totalidad mi respuesta.

Dice usted desconfiar de aquellos que no respetan su lengua ( que poco a poco comienza a ser la mía), eso quiere decir entonces que desconfía de la mayoría de sus coterráneos metidos a política, sobre todo de aquellos que hoy ostentan cargos de gobierno, como puede ser el señor Homs.

O el señor Angel Colom, por poner otro ejemplo.

No tengo ni por asomo su formación ni su facilidad de palabra ni la ventaja de poder opinar en un medio el cual lee de una u otra forma su joven medio de comunicación.

Ni pretendo levantar ni simpatías que eleven mis ventas ni mi prestigio, apenas si cuento con mi trabajo y eso, hoy por hoy, es mucho decir dada la actual situación, pero sí de contestarle en nombre de muchos que desearían hacerlo pero por diversas circunstancias no pueden.

Lo más posible es que no me lea mucha gente, apenas los 3500 o algo más que en el transcurso del mes leen mi blog, pero en esta lucha desigual, al igual que usted, yo le planto cara al tema.

Usted afirma desconfiar, entonces, de los que no respetan su lengua, la cual por desgracia está siendo utilizada por demasiados políticos sin escrúpulos que recurren a la pobre excusa de la lengua para ganarse 4 votos.

Catalunya se merece respeto y el hecho de que sean justamente los que nos gobiernan los que por una encuesta que deja mal parados a los inmigrantes salgan en defensa de la su lengua propia es como mínimo, reprochable, cuestionable, condenable.

No sólo que es normal y lógico el uso de una lengua propia, su difusión y hasta el hecho de incitar a que otros que hemos llegado a esta tierra hagamos de ella la primera lengua, faltaría más.

Encuentro bien que desconfíe de aquellos que manipulen a la gente, en nombre del uso de una lengua propia cuando en realidad son cínicos que buscan acarrear agua a su molino político, a favor de mezquinos intereses personales.

No desconfíe del gasto NECESARIO para el uso de la lengua, hágalo de los resultados que no llegan, de los recursos invertidos durante los últimos 10 años para lograr un mayor uso de su lengua propia y luego no vemos resultados.

Desconfíe de los responsables de fiscalizar esos gastos necesarios de los cuales no vemos resultados ni cerca de ser satisfactorios.

Desconfíe de aquellos que con resultados de encuestas en las manos, lejos de interpretar la realidad y la complejidad del tema, salen a los medios – el que usted dirige incluido- a dar por sentado que será “determinante” el uso del catalán para el arraigo, para la regularización de papeles de una colectividad.

La lengua propia sea de la nación que sea merece su defensa y una tarea continua para su preservación, claro que une, que estrecha lazos, que abre puertas, que ayuda a integrarse.

Pero existe un problema y son las formas y los caminos o estrategias hasta hoy empleadas por los sucesivos gobiernos catalanes, en su mayoría desde la imposición y no desde la proposición.

Los gobernantes catalanes olvidan premeditadamente a qué estado pertenecen, olvidan que existen dos lenguas oficiales y parecen padecer de amnesia o quizás sea cuestión de capacidad a la hora de alentar el uso y conocimiento del catalán.

Me gano la vida aquí y no pasa un día en el que no aprenda o descubra algo nuevo, no sólo en el catalán, sino en sus tradiciones, en sus costumbres, en su historia, en su cultura.

Casualmente usted desconfía también de los inmigrantes que somos castellano-parlantes y que vemos cómo se vulneran nuestras libertades individuales, entre ellas, el derecho a decidir qué lengua oficial hablar, desde Mi decisión personal, no desde la imposición que se esconde detrás de la defensa de una lengua propia.

Aquellos que hablamos castellano pueden hablar catalán sin demasiados problemas, pero una cosa es hablarlo por voluntad propia y por convicción propia, por que vemos las ventajas y la importancia que significa hablarlo, pero no para tapar los fracasos de políticas lingüísticas.

Usted desconfiará de aquel que lo quiera acomplejar por hablar la lengua de sus padres, pero no encuentra bien que los que hablamos castellano, nuestra lengua natural y de nuestros antepasados, entonces ¿ puede usted explicarme eso?

“Haz lo que yo digo pero no lo que yo hago” esa es la conclusión a la que llego luego de leer su alegato, su nota, su defensa, defiende su lengua, pero condena en cierta forma aquel que viva en Cataluña y no hable catalán.

Eso no deja de ser discriminación.

Pero una discriminación que sólo abarca desde la política a los inmigrantes extracomunitarios, otra muestra de que debe de desconfiar de ellos. ¿Por qué? Simple: exija usted o los políticos catalanes como “determinante” el uso del catalán a un italiano, a un alemán, a un francés, a un holandés y luego hablamos quien desconfía de quien.

Sin ser catalán me siento comprometido con el uso de la lengua propia de esta tierra, por muchos motivos, pero ni quiero ni comparto la imposición de una lengua.

Y plantaré cara las veces que haga falta a aquel que intente hacerlo desde la imposición por que vulnera mis derechos, por que se aprovecha de una situación puntual, por que no ha sido capaz desde su inteligencia ni desde su capacidad de lograr que hable su lengua por convicción.

Por que una nación que pretende ser libre no puede nacer desde la discriminación ni desde el abuso que puede otorgar el poder. Los inmigrantes apenas si podemos defendernos ante estas actitudes pero aunque seamos pocos, tenga bien por seguro que plantaremos cara, no nos leerán en medios de comunicación masivos, no tenemos esa ventaja de expresarnos con tanta vehemencia.

Y eso es lo malo, que al final se escucha una sola campana, la campana de aquellos que convencidos de tener la razón, le dicen a los demás SU verdad, pero no la de aquellos que de paso discriminan.

Comentarios

Sergi ha dicho que…
Señor Juan Ángel,
Sin querer ni mucho menos defender al señor Capdevila me gustaría darle mi punto de vista.

Yo entiendo que para una persona de fuera de catalunya no comprenda hasta qué punto es importante para los catalanes que se defienda la lengua. Lo entiendo, porque a mi tampoco me gustaría que pudiendo hablar las dos se sientan más 'confiados' de uno que habla catalán.

Sin embargo le pido que se meta en la otra capa de la lasaña. La realidad es que aquí, quien no llora no mama. Y quién no mama, muere. Como usted entenderá, no existe igualdad si es que hay que defender una de las dos lenguas.
Le pido también, por favor, que no convierta la defensa del catalán en una deliberada lucha personal contra usted. Lo digo porque me cayó bien al leerlo... porque seguramente nos entenderíamos en muchos temas.
Le pido que no se quite las ganas de aprender el catalán con razones que usted ya dice que son chulerías 'de políticos que buscan 4 votos más'. No haga del estandarte de algunos panolis su peor pesadilla.

Le digo, que, como yo, muchos otros catalanes, estaríamos encantados de tener una conversación en castellano con usted, sabiendo que si me giro y comento algo en catalán usted no se molesta porque además me entiende y que de vez en cuando viene y suelta alguna tontería como: 'anem a fer unes conyes marineres...'.

Sin todo lo demás que acompaña el debate lingüístico (si es que realmente hay algún debate) le puedo asegurar que hacer contento a un catalán es así de simple.
Juan Amaro ha dicho que…
Señor Sergi:
no es mi intención atacar a Capdevila pero sí pretendo hacerme escuchar, el señor Capdevila cuenta con la enorme ventaja de dirigir un medio de comunicación que es leido por decenas de miles de personas, yo no, los inmigrantes no.

Ya quisiera yo contarle hasta qué punto entiendo y comparto la defensa de la lengua catalana.

Es verdad que no existe equidad a la hora de la defensa de ambas lenguas oficiales.

Tengo muy claro que no es una lucha en contra de mi persona, sino un uso cínico y electoralista por parte nada menos que de los que hoy nos gobiernan.

No dejaré ni caerán mis ganas por seguir hablando catalán, esta es mi tierra hace ya varios años, la que elegí para vivir, la que me proporciona mucho más que un medio de vida, me regala la inmensa oportunidad de aprender a amar esta tierra, a conocerla a respetarla.

Rechazo y condeno la forma y los medios que utilizan 4 crápulas para ganar 4 votos poniendo como bandera valores, tradiciones y encima, su propia lengua.

No existe debate lingüístico.

Existe un problema crónico de aquellos que no han sabido transmitir la importancia de que quienes llegamos deberíamos aprender catalán.

Mientras tanto, son muchos los millones de euros que los sucesivos gobiernos se gastan cada año en lengua, pero..........de resultados, ínfimos y es SU dinero y el mío el que se gasta.
noticias ha dicho que…
guaaa!! me encanta el blog, siempre encuentro temas muy interesantes.

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