Los sindicatos policiales denuncian detenciones masivas de inmigrantes

En locutorios. En el metro. En locales de ocio. Las redadas de inmigrantes son cada vez más frecuentes, más indiscriminadas y más intimidatorias, según varias ONG, una denuncia que se cruza con la que acaban de formular los sindicatos de Policía.
René Maldonado es chileno, no tiene papeles y el 13 de enero a media noche fue detenido dentro de la estación de metro de Legazpi, en Madrid, cuando volvía de una reunión con representantes de la asociación de chilenos de la que es vocal. Pasó 20 horas detenido en un Centro de Internamiento (CIE), donde conoció a otras muchas personas que habían llegado hasta allí de la misma manera. Rigoberto Cairo es un cubano negro que está optando a la residencia por arraigo, pero que aún está en situación irregular.

El pasado 12 de enero paseaba por Madrid con un compatriota blanco cuando un agente de Policía le paró, le pidió la documentación y le llevó a comisaría, donde le hicieron desnudarse para «comprobar que no es- condía droga en los testículos». A su amigo, el cubano blanco, sólo le pidieron su identificación «cuando escucharon su acento». Los casos de René y Rigoberto no son aislados.

«Las redadas de inmigrantes se han intensificado en Madrid –sobre todo en barrios como Usera, Cuatro Caminos, Villaverde y Aluche–, Barcelona, Valencia, Málaga o Las Palmas », asegura a SÍ Víctor Sáez, presidente de la Federación Estatal de Asociaciones de Inmigrantes y Refugiados en España (Ferine). Este aumento en el número de identificaciones es corroborado también por los sindicatos de Policía. «Es tan habitual que ya se ve como algo nornormal que se pare a ciudadanos y se les pida identificación, pero no debe ser normal en una democracia», confiesa a SÍ Begoña Romero, portavoz del Sindicato Unificado de Policía (SUP).

Cumpliendo órdenes

Su queja es también la de sus compañeros (los cuatro sindicatos mayoritarios de la Policía), que a finales del mes pasado denunciaron ante el fiscal general del Estado, Cándido Conde- Pumpido, su «especial preocupación por la práctica policial de identificaciones masivas e indiscriminadas» que han de llevar a cabo en cumplimiento de «órdenes» superiores, pero «sin ninguna razón de sospecha», tan sólo por «transitar por determinada zona o ser extranjero».

La propia Romero denunció en noviembre del año pasado, cuando el nuevo jefe superior de Policía Carlos Rubio asumió el mando, haber recibido órdenes verbales de identificar «por sus rasgos a todo aquel sospechoso de ser inmigrante sin documentos » y detenerle. El Ministerio del Interior, responsable máximo, se ha negado a facilitar estadísticas a SÍ que permitan comparar el índice de identificaciones de extranjeros que se han llevado a cabo últimamente, y asegura que «ningún mando ha dado órdenes de realizar detenciones indiscriminadas».

Mientras, ONG como CEAR Madrid aseguran que cada vez les llegan «más noticias de personas interceptadas cuando salen a tirar la basura o van a subir al autobús». «El terror se está apoderando de la comunidad inmigrante », según Abuy Nfubea, presidente de la Federación Panafricanista, que dice que «esta campaña de acoso y derribo se está cebando aún más con los negros». En su opinión, es necesario abrir un diálogo que evite episodios violentos.