Las redadas aterran pero tienen salidas


Un escrito policial confirma las cacerías ilegales de inmigrantes

Douglas ha puesto su vida entre paréntesis hasta que presente su trámite de arraigo: “no quiero arriesgarme a que me cojan en una redada y se me compliquen los papeles”, cuenta este boliviano. No sale de casa y ha dejado su trabajo. Como él, miles de inmigrantes han cambiado el metro por el bus y se han acostumbrado a dar rodeos para evitar la escalada de controles de documentación que se siente desde el pasado verano.

Aunque el aumento de policías en las paradas de metro era una evidencia diaria para los extranjeros, los políticos no se lo tomaron en serio hasta la filtración de una nota de la comisaría de Villa de Vallecas en que se fijaba un cupo “de treinta y cinco extranjeros para esa semana”.

El escrito añadía que “si no los hay, se va a buscarlos fuera del distrito”. De esta cacería humana por las calles madrileñas sabe bien José, un peruano que fue retenido a la salida del metro Pacífico (Madrid). “Me tuvieron varias horas por toda la ciudad, mientras llenaban la furgoneta de inmigrantes” añade.

¿QUÉ DIJO EL MINISTRO?

La matemática orden policial puso en aprietos a Alfredo Pérez Rubalcaba, ministro de Interior, quien dio tres versiones distintas en veinticuatro horas sobre las redadas masivas. En un primer momento reconoció la eficacia de los cupos cuantitativos, vinculando soterradamente el aumento de la delincuencia con la migración. Poco después pidió cambiar los cupos por “objetivos cualitativos”.

El día no había terminado cuando declaraba en el Congreso de los Diputados que “nunca han existido cupos de inmigrantes”. Ante estos dimes y diretes, Begoña Romero, portavoz del Sindicato Unificado de Policía (SUP), se alegra “de que todo esto haya salido a la luz, porque nosotros llevábamos meses denunciando que los policías no están para molestar a la gente por tener rasgos extranjeros, si no para perseguir la delincuencia”.

“Lo increíble”, agrega Romero, “es que nadie, del Ministro hacia abajo haya querido aceptar la responsabilidad de esta orden”. La escandalosa política de cupos de inmigrantes también ha despertado críticas en los gobiernos autonómicos.

Javier Fernández-Lasquetty, consejero de Inmigración de la Comunidad de Madrid acusó al ministro Rubalcaba de ser “profesional en mentir”. Su homólogo en la Comunidad Valenciana, Rafael Blasco, exhortó al Gobierno socialista a poner fin “a esta actitud policial porque estamos hablando de personas y no de delincuentes. Estas expulsiones indiscriminadas pueden incitar a la xenofobia y al racismo”.

BOLIVIA A LA CABEZA

Las embajadas latinoamericanas, máximas representantes de los inmigrantes en España, no se han quedado quietas. Maria del Carmen Almendras, embajadora de Bolivia, ha mostrado su “indignación por esta vulneración de los derechos humanos”.

La diplomática ha presentado una queja por escrito ante el Ministerio de Asuntos Exteriores y afirma estar a la espera de una retractación con mayor firmeza por parte del Ministro del Interior. “Hace tiempo venimos recibiendo quejas de redadas en las propias puertas de nuestros consulados e, incluso, casos de allanamientos de casas de bolivianos para pedirles documentación” agrega la embajadora.

La delegación colombiana descarta de momento presentar una queja, pero afirma estar “monitoreando la situación”, según Luis Armando Soto, portavoz de la Embajada de Colombia. “Hemos informado a la Cancillería en Bogotá y estamos a la espera de tomar alguna medida”, apunta Soto. Latino intentó, sin éxito, recabar la opinión de las autoridades ecuatorianas en España.

La pregunta que ronda a los inmigrantes ahora es si toda esta polémica política servirá para disminuir la presión de las redadas. La mañana del miércoles 17 de febrero, en plena efervescencia de afirmaciones y contradicciones, la policía desplegó un vistoso control de documentación en la glorieta de Embajadores de Madrid.

Desde el Sindicato Unificado de Policía señalan que “probablemente bajarán las redadas indiscriminadas y sin sentido”. Tal vez así los inmigrantes puedan volver a cruzarse con un policía sin temer por su futuro en España.

Consejos

-Una buena defensa legal es decisiva para evitar la deportación. No espere a tener problemas para conseguir un abogado de confianza. Afíliese a asociaciones, ONG o despachos de abogados que le inspiren confianza y entregue copia de todos los documentos que puedan servir en caso de una urgencia legal.

-Mantenga una copia de esos documentos con usted. Pueden servirle en un control de documentación.

-En caso de una redada, mantenga la calma. No corra ni se resista, ya que esto sólo empeorará las cosas; pasaría de ser una falta administrativa a un delito.

-Agilice sus trámites legales. Una vez presentado su expediente de arraigo, la jurisprudencia lo dota de protección frente a la retención y deportación.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Europeo parado, inmigrante expulsado.
Juan Amaro ha dicho que…
pura xenofobia.
seguro eres de los que está desempleado, el mismo que ahora sí que quiere el trabajo de camarero y hasta el de fregar suelos.

Antes eran para tí trabajos indignos y mal pagos, hoy estás con el culo al aire y entonces lo mejor es decir que sobramos, hipócrita.

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