CIU, la Casa Gran y el voto inmigrante.


En la noche de ayer estuve presente en el coloquio que brindó CIU en la villa, luego de haber leido por la mañana una invitación en la puerta de un comercio.

Invitación que mencionaba la Casa Gran, la misma a donde sus principales dirigentes han lanzado sendos mensajes públicos invitando a la colonia inmigrante en sí a participar.

En base a esa invitación en la que además se han sumado de forma activa sus diputados del parlament catalán, activa por que han decidido predicar con el ejemplo formando parejas linguísticas, entre otras cosas.

Esa actitud fué una de las que más me llamó la atención, no es muy normal pero sí muy lógico que sean aquellos quien legislan y en cierta medida en el caso concreto de CIU, imponen determinadas condiciones en el caso de la inmigración.

Condiciones, por cierto, presentadas a último momento y que además debían de ser aceptadas para que esta formación política se sumara al Pacto Nacional por la Inmigración.

Además aún está muy fresco en nuestra memoria la famosa frase de "aquí no cabemos todos", desafortunada, por cierto, de la misma forma que el ex president formuló no hace mucho, precisamente el día en que nos invitaron a participar en la Casa Gran.

Dicen que rectificar es de sabios, creo que esta formación lo está haciendo a través de hechos, de gestos, de mensajes, de invitaciones a la colonia inmigrante.

Personalmente, creo que están intentando rectificar de esa forma, aún a costa de perder cierta franja de su electorado, debemos reconocer que no a todos los catalanes les hace gracia que los inmigrantes tengamos derecho a opinar, aunque sea sólo en las municipales, de momento.

El caso que es la primera formación política catalana que abiertamente apoya e incentiva la participación de los inmigrantes en la política a través del voto, en una clara muestra de voluntad integradora.

Y por esa razón estuve presente en esa conferencia/coloquio del diputado Homs, ya que en mi caso, más allá de la voluntad que manifiestan desde este sector político, tengo curiosidad acerca de qué esperan de los inmigrantes, pero, sobre todo, dónde nos sitúan en el diario devenir de esta nación.

No basta con abrir las puertas, ni basta con un mensaje integrador, al menos para mí, más allá de la tendencia de derechas o izquierdas, creo que hoy, como yo, muchos apoyamos una propuesta, un proyecto.

El ser nacionalista no etiqueta a un individuo de izquierdas ni menos de derechas, uno puede sentir como suyo un proyecto de país solo por que comparte esa propuesta y claro, por que quienes impulsan el mismo tienen la capacidad de transmitir de forma clara adónde quieren llegar, cuál es en verdad la meta, el objetivo.

Homs, creo, por su actitud, al preguntarle que sitio ocupábamos los inmigrantes en el proyecto de la Casa Gran, quedó algo desconcertado, al punto de que por unos segundos dudó o demoró en encontrar la respuesta.

Como inmigrante, me siguen quedando dudas, podría decir muchísimas, es obvio que el proyecto en sí aún se encuentra en etapa embrionaria, que ante el panorama nacional es imposible hoy hacer proyecciones, elaborar un plan de gobierno, hacer futurología.

Pero en relación a la colonia inmigrante en Catalunya sin duda han abierto las puertas a la participación, se están, como anoche mismo se lo transmití a Homs, mojando o lo que es más, dando al fin ejemplo en relación a la integración.

Yo hasta hoy he criticado y lo seguiré haciendo, a la clase política catalana y en particular al actual gobierno, en relación a las hasta ahora fallidas políticas lingüísticas.

Para mí, desde el propio Montilla hasta los concejales de cada formación política deberían de predicar con el ejemplo formando parejas lingüísticas, por ejemplo, máxime teniendo en cuenta que desde el Pacto Nacional por la Inmigración se nos exige saber hablar catalán como paso previo a la admisión o no de la regularización de nuestra situación o la renovación de nuestros permisos.

Y en este caso, el gobierno catalán, una vez más comenzó la casa por el tejado, no existe aún de parte del gobierno una estrutura de normalización lingüística que sea capaz de absover el volumen de inmigrantes que estén dispuestos a aprender su lengua propia.

Sin embargo, esta formación, CIU, a través de sus representantes en el parlament sí lo ha hecho y además ha sido la primera en ser quienes de forma pública y abierta inviten a participar a los inmigrantes en la vida política catalana.

Dicen que el que pega primero pega dos veces, es posible que CIU haya logrado esto, yo, aún así tengo mis reservas, y más allá de ellas, también quiero escuchar, si las hay, propuestas de otros partidos.

A nivel local, ERC ha demostrado a través de Planella que no tiene interés alguno de que los inmigrantes tengamos poder de decisión, lo mismo le sucede a ERC a nivel nacional, donde su única preocupación sigue siendo como mínimo, la lengua catalana.

El PSOE ha demostrado su voluntad de que participemos opinando a traves del voto, aunque no así lo ha hecho el PSC, ni el PP catalán.

Es verdad que aún queda mucho camino por delante y que no habrá ni uno sola de las grandes formaciones políticas catalanas capaces de ignorar la colonia inmigrante, una a una despertará y vendrá a nosotros.

A nadie le es indiferente el más d medio millón de votos posible de los inmigrantes y aquel partido que intente o ignore estos votos, a nivel local, sin duda podrá capitalizarlo en votos perdidos.

De momento, queda escuchar, evaluar e ir preguntando, en La Cerdaña y en especial en su capital, la sola participación de la colonia inmigrante puede ser determinante.

Pero si en una cosa coincido, es que tenemos, si aspiramos a ser algo más que elemento de decisión, de nacionalizarnos, ya que si deseamos ser elegidos ese es el primer paso, puede luego, ser o no, un obstáculo el tema de hablar o no el catalán.

Otra cosa cierta es que podemos ser elegidos, dentro de una u otra formación política, pero, para poder contribuir a hacer más grande y mejor la vida de esta nación debemos de ser capaces de entender e interpretar la realidad política catalana.

Por ahora, los primeros pasos son escuchar y preguntar, conocer que se espera de nosotros y que están dispuestos a compartir con nosotros, más allá del poder de decisión.

CIU ha puesto la pelota en el campo de juego, demostrando que quiere una Catalunya entre todos, ya es un avance, falta ver cómo juegan los demás en la conquista del voto inmigrante.

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