¿Por qué siempre nos ponen como cabeza de turco?
¿Por qué siempre nos ponen como cabeza de turco?
Juan Amaro. Presidente de la Asociación Nous Ciutadans.-
Leo el titular y sinceramente no sólo no coincido sino que lo encuentro deliberadamente crítico, de tinte xenófobo y alentando (otra vez) en contra del colectivo inmigrante.
“Los inmigrantes no se integran” reza el titular y a continuación hace referencia a un estudio http://www.iec.cat/Comunicacio_IEC/catala_2011.pdf y que en concreto habla del uso de la lengua catalana, del mismo el estudio hace eco del uso por parte de los inmigrantes y sobre esas cifras se basa el artículo para señalar y afirmar que los inmigrantes no nos integramos.
¿Podemos decir que sólo la lengua es determinante para la integración de un individuo en la sociedad? ¿Y el resto de los factores no son importantes? A título estrictamente personal considero que la integración va más allá de la lengua, que ayuda, sí, que abre puertas, también, que contribuye a una mejor y más amplia integración, es posible, pero no es imprescindible el abrazar la lengua catalana para integrarse. Una persona, provenga de donde provenga comienza su proceso de integración en el momento mismo de comenzar a trabajar en el país de acogida, el proceso de adaptación conlleva el proceso de integración muchas veces ayudado a través de sus propios hijos si estos se encuentran en edad escolar, dado que la relación maestro-padres- alumnos suele ser más periódica que con el resto de los alumnos. A esto hay que sumarle que esos niños aprenden a leer y escribir en la lengua de la comunidad que habitan, se adaptan y participan en actividades tradicionales y culturales, aprenden la historia y costumbres del país de acogida y al cabo de unos años y a pesar de todo, los niños se sienten más catalanes que extranjeros.
Pero el afirmar que no nos integramos sólo por no hablar catalán es un despropósito, si miramos algunos datos del estudio podremos comprobar que entre otras cosas, la tv, internet, la prensa escrita y las revistas son consumidas en porcentajes sensiblemente más altos en castellano que en catalán y eso lleva a una conclusión sencilla: es el autóctono quien está dejando de lado su lengua mientras que los miles de niños y jóvenes inmigrantes recogen el testigo y adoptan la lengua catalana como propia. Y no sólo la lengua, sus tradiciones, su cultura, sus costumbres y lo que es más importante: se sienten catalanes.
A menudo este tipo de estudios se realiza desde una oficina y utilizando estadísticas y llamadas telefónicas, se realizan encuestas frías y tremendamente impersonales, rígidas y me atrevo a decir que en muchos casos, mal estructuradas desde las bases mismas. Pero nos culpan. Nos señalan una vez más como la causa de un mal que ni provocamos ni promovemos. Una lengua propia es digna de difusión, de defensa y sobre todo es para muchos de los inmigrantes de necesidad el aprenderla, por la sencilla razón de que al aprenderla los comprendemos cada día más, eso lleva a muchos de nosotros a conocer su historia, a buscar las razones del porqué miles y miles de catalanes buscan independencia.
¿Qué no todos pensamos igual? Hombre, natural, de la misma forma que no todos son culés, sino que algunos son pericos y hasta existen merengues en el seno mismo de la capital catalana, en el pueblo donde vivo es así. Y se da el caso de que en la última campaña de parejas lingüísticas que hicimos, una catalana de 40 y tantos no habla catalán y está intentando hablarlo ahora. A lo que me pregunto, esta señora, nacida aquí, criada y educada aquí, que nunca habló catalán hasta ahora ¿no quiso integrarse? Yo creo que algunos medios deberían de medir sus titulares, sobre todo por que con ellos pueden causar mucho daño gratuitamente y alimentar rechazo, tópicos, xenofobia, discriminación y dar una imagen errónea acerca de un colectivo que trabaja por integrarse, que a pesar de llevar poco tiempo a en esta tierra la sentimos como nuestra. Porque uno no es de donde nace, sino de donde elige vivir, algunos no hablaremos catalán, pero estamos y nos sentimos parte de esta tierra.
“Los inmigrantes no se integran” reza el titular y a continuación hace referencia a un estudio http://www.iec.cat/Comunicacio_IEC/catala_2011.pdf y que en concreto habla del uso de la lengua catalana, del mismo el estudio hace eco del uso por parte de los inmigrantes y sobre esas cifras se basa el artículo para señalar y afirmar que los inmigrantes no nos integramos.
¿Podemos decir que sólo la lengua es determinante para la integración de un individuo en la sociedad? ¿Y el resto de los factores no son importantes? A título estrictamente personal considero que la integración va más allá de la lengua, que ayuda, sí, que abre puertas, también, que contribuye a una mejor y más amplia integración, es posible, pero no es imprescindible el abrazar la lengua catalana para integrarse. Una persona, provenga de donde provenga comienza su proceso de integración en el momento mismo de comenzar a trabajar en el país de acogida, el proceso de adaptación conlleva el proceso de integración muchas veces ayudado a través de sus propios hijos si estos se encuentran en edad escolar, dado que la relación maestro-padres- alumnos suele ser más periódica que con el resto de los alumnos. A esto hay que sumarle que esos niños aprenden a leer y escribir en la lengua de la comunidad que habitan, se adaptan y participan en actividades tradicionales y culturales, aprenden la historia y costumbres del país de acogida y al cabo de unos años y a pesar de todo, los niños se sienten más catalanes que extranjeros.
Pero el afirmar que no nos integramos sólo por no hablar catalán es un despropósito, si miramos algunos datos del estudio podremos comprobar que entre otras cosas, la tv, internet, la prensa escrita y las revistas son consumidas en porcentajes sensiblemente más altos en castellano que en catalán y eso lleva a una conclusión sencilla: es el autóctono quien está dejando de lado su lengua mientras que los miles de niños y jóvenes inmigrantes recogen el testigo y adoptan la lengua catalana como propia. Y no sólo la lengua, sus tradiciones, su cultura, sus costumbres y lo que es más importante: se sienten catalanes.
A menudo este tipo de estudios se realiza desde una oficina y utilizando estadísticas y llamadas telefónicas, se realizan encuestas frías y tremendamente impersonales, rígidas y me atrevo a decir que en muchos casos, mal estructuradas desde las bases mismas. Pero nos culpan. Nos señalan una vez más como la causa de un mal que ni provocamos ni promovemos. Una lengua propia es digna de difusión, de defensa y sobre todo es para muchos de los inmigrantes de necesidad el aprenderla, por la sencilla razón de que al aprenderla los comprendemos cada día más, eso lleva a muchos de nosotros a conocer su historia, a buscar las razones del porqué miles y miles de catalanes buscan independencia.
¿Qué no todos pensamos igual? Hombre, natural, de la misma forma que no todos son culés, sino que algunos son pericos y hasta existen merengues en el seno mismo de la capital catalana, en el pueblo donde vivo es así. Y se da el caso de que en la última campaña de parejas lingüísticas que hicimos, una catalana de 40 y tantos no habla catalán y está intentando hablarlo ahora. A lo que me pregunto, esta señora, nacida aquí, criada y educada aquí, que nunca habló catalán hasta ahora ¿no quiso integrarse? Yo creo que algunos medios deberían de medir sus titulares, sobre todo por que con ellos pueden causar mucho daño gratuitamente y alimentar rechazo, tópicos, xenofobia, discriminación y dar una imagen errónea acerca de un colectivo que trabaja por integrarse, que a pesar de llevar poco tiempo a en esta tierra la sentimos como nuestra. Porque uno no es de donde nace, sino de donde elige vivir, algunos no hablaremos catalán, pero estamos y nos sentimos parte de esta tierra.
http://www.tribunalatina.com/es/notices/_por_que_siempre_nos_ponen_como_cabeza_de_turco_34746.php
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