Ana Mato miente
Ana Mato miente
Juan Amaro. Presidente de la Asociación Nous Ciutadans
Días pasados la ministra de sanidad
cargó contra los inmigrantes, argumentando que los inmigrantes que
obtienen la tarjeta sanitaria incorporan en ella a sus familiares que no
residen en España y manifestó públicamente: ‘Es un despropósito
absoluto y queremos poner coto a esta utilización ilegal de nuestros
servicios sanitarios y a los abusos que se asumen en este campo’
desvirtuando la verdad y cargando una vez más en contra de los
inmigrantes, fomentando y alentando la aversión hacia los inmigrantes.
Por una parte es totalmente incierto el hecho de que los inmigrantes irregulares puedan traer a sus familiares e ingresarlos en su tarjeta sanitaria. Los inmigrantes irregulares acceden a la tarjeta sanitaria (hasta la puesta en marcha de la reciente ley) en calidad de personas sin recursos, por tanto, al no cotizar no existe ni existió nunca la posibilidad de incorporar a ningún familiar como carga, ni ancianos, ni hijos.
Tampoco pueden hacerlo aquellos inmigrantes irregulares pues su situación les impide realizar una reagrupación familiar, detalle que parece desconocer la señora ministra, en todo caso, sí puede hacerlo un inmigrante con permiso de residencia con sus hijos menores de edad o sus padres, previo trámite de reagrupación, lo cual significa cumplir con una larga serie de requisitos y obviamente, la autorización de la administración.
Pero Mato se empeña, junto a Rajoy a señalar en la mínima oportunidad a los inmigrantes, criminalizándolos, culpándolos, estigmatizando un colectivo que apenas si puede defenderse. Ya no les basta con dictar recursos cero en integración, ni buscar poner todas las trabas posibles para su regularización. Tanto Mato como el gobierno tienen muy en claro que los inmigrantes que trabajamos y cotizamos en España somos los únicos que podremos incorporar a nuestros hijos a la tarjeta sanitaria.
Pero a pesar de la nueva ley que entrará en vigencia el próximo 31 de agosto, Mato se empeña en deformar la verdad de una situación ya de por sí penosa. Que me llamen mal pensado pero es una clara evidencia de fomento de la xenofobia. Y eso que no estamos cerca de las elecciones. Hablando de la nueva ley Real Decreto-ley 16/2012 de abril, limitar la atención sanitaria acarreará mayores gastos y dificultará el control de enfermedades transmisibles, entre ellas, la tuberculosis o el sida. El único punto positivo es el restringir o anular – al fin- el turismo sanitario que sí generaba un importante gasto a España. Por otra parte, el hecho que garantice la atención en urgencias no cambiará la realidad actual, es justamente allí donde se generan los principales gastos y en contrapartida, si se propagan o no se controlan las enfermedades transmisibles, lo que lograrán es empeorar la situación e incrementar los gastos.
Por una parte es totalmente incierto el hecho de que los inmigrantes irregulares puedan traer a sus familiares e ingresarlos en su tarjeta sanitaria. Los inmigrantes irregulares acceden a la tarjeta sanitaria (hasta la puesta en marcha de la reciente ley) en calidad de personas sin recursos, por tanto, al no cotizar no existe ni existió nunca la posibilidad de incorporar a ningún familiar como carga, ni ancianos, ni hijos.
Tampoco pueden hacerlo aquellos inmigrantes irregulares pues su situación les impide realizar una reagrupación familiar, detalle que parece desconocer la señora ministra, en todo caso, sí puede hacerlo un inmigrante con permiso de residencia con sus hijos menores de edad o sus padres, previo trámite de reagrupación, lo cual significa cumplir con una larga serie de requisitos y obviamente, la autorización de la administración.
Pero Mato se empeña, junto a Rajoy a señalar en la mínima oportunidad a los inmigrantes, criminalizándolos, culpándolos, estigmatizando un colectivo que apenas si puede defenderse. Ya no les basta con dictar recursos cero en integración, ni buscar poner todas las trabas posibles para su regularización. Tanto Mato como el gobierno tienen muy en claro que los inmigrantes que trabajamos y cotizamos en España somos los únicos que podremos incorporar a nuestros hijos a la tarjeta sanitaria.
Pero a pesar de la nueva ley que entrará en vigencia el próximo 31 de agosto, Mato se empeña en deformar la verdad de una situación ya de por sí penosa. Que me llamen mal pensado pero es una clara evidencia de fomento de la xenofobia. Y eso que no estamos cerca de las elecciones. Hablando de la nueva ley Real Decreto-ley 16/2012 de abril, limitar la atención sanitaria acarreará mayores gastos y dificultará el control de enfermedades transmisibles, entre ellas, la tuberculosis o el sida. El único punto positivo es el restringir o anular – al fin- el turismo sanitario que sí generaba un importante gasto a España. Por otra parte, el hecho que garantice la atención en urgencias no cambiará la realidad actual, es justamente allí donde se generan los principales gastos y en contrapartida, si se propagan o no se controlan las enfermedades transmisibles, lo que lograrán es empeorar la situación e incrementar los gastos.
http://www.tribunalatina.com/es/notices/ana_mato_miente_34660.php
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