Anna Terrón: «No podemos decir que haya un deterioro de la convivencia»

Piensa varios segundos antes de contestar, seguramente para no pisar charcos, dado que acaba de aterrizar al frente de un asunto de alta sensibilidad y en el que ya tiene a las autonomías en pie de guerra por el recorte de fondos estatales. Pero Anna Terrón se moja en algunos aspectos: da a entender que esa reducción se reconducirá y lanza una severa crítica a los políticos que alimentan opiniones críticas con la inmigración.

–La encuesta publicada el jueves por EL PERIÓDICO arroja una de las peores percepciones de los últimos tiempos sobre la inmigración. ¿Da ello la razón a los que pedían una gestión más contundente de los flujos migratorios?
–La actitud diaria de las personas es constructiva. Nuestro país ha recibido un flujo de personas del exterior muy grande en muy poco tiempo y, sin querer hacer buenismo, lo cierto es que este hecho no ha generado especiales problemas en las escuelas, en el barrio... Dicho esto, estamos en un contexto distinto al del crecimiento económico y se está notando.

–Dice que no hay especiales problemas pero hemos vivido en pocas semanas conflictos en Salt, Vic, El Vendrell...
–No podemos decir que haya un deterioro de la convivencia, lo cual no significa que no haya problemas y la sensación de que algo no funciona. Hay que distinguir dos hechos: la situación económica es peor y eso genera nuevos problemas y ya no vivimos el fenómeno de la inmigración, sino el de una sociedad cada vez más diversa. Hay que gestionar esta diversidad.

–¿La izquierda ha hecho buenismo con la inmigración?
–No. Y no creo en los discursos en favor de decir que hay problemas. Levantar el tono pero no hacer propuestas alternativas que modifiquen las condiciones reales de la gestión de la inmigración solo puede empeorar las cosas, porque la actitud de los líderes sociales incide en la percepción y la actitud de los ciudadanos.

–¿A quién está acusando de hacer este discurso negativo?
–No acuso a una fuerza política en concreto. Pasa en todos los sectores. En Europa hay un auge del discurso xenófobo, es absurdo pensar que no va a llegar aquí. Siempre hay quien está dispuesto a levantar la bandera del discurso fácil y la culpa ajena, porque esto vende.

–¿Exportaría al conjunto del Estado la propuesta del Govern de un pacto para no usar la inmigración de forma partidista?
–Son los partidos los que deberían planteárselo. Yo lo vería como algo positivo. Ningún partido obtendrá más que problemas si se trata mal este tema. Los oportunistas de la política sacarán tajada.

–Pero ¿cuál es el tono justo entre mantener los principios sin desa-tender a una opinión pública cada vez más contraria a medidas como el empadronamiento de los sin papeles?
–Hay que mantener la línea política y al mismo tiempo abordar temas pendientes como el padrón. No vamos a dejar de empadronar a quien vive en nuestras ciudades, pero es absurdo que en un piso haya decenas de personas registradas. Esto se va a reformar en la ley de régimen local y en el reglamento de la ley de inmigración.

–Salt y el conjunto de municipios catalanes exigen reformas para atajar a los delincuentes multirreincidentes...
–Tiene que impedirse la impunidad, pero el Código Penal no va a resolver todos nuestros problemas.

–Tiene a las autonomías indignadas por la reducción, en un 65%, del fondo estatal para la acogida de la inmigración. ¿Dará el Gobierno marcha atrás?
–El gasto social del Gobierno en esta materia no ha bajado, existe una nueva financiación autonómica y se trata de competencias locales y autonómicas, a las que no somos ajenos, pero estamos en un contexto de austeridad económica. Vamos a ver si podemos hacer un esfuerzo adicional para reconducir esta situación.

–¿Van a poder votar los ciudadanos marroquís residentes en España en las elecciones locales del 2011?
–Se está trabajando en ello. No sé si vamos a llegar a tiempo, pero desde luego se va a intentar y espero que el reconocimiento del derecho de voto sirva para desactivar ciertos discursos políticos fáciles.

–El presidente francés quiere prohibir por ley el burka. ¿Lo ve útil?
–Nuestras leyes permiten quitarle el burka a una mujer que no quiere llevarlo. Otra cosa es que alguien pierda unas elecciones y decida prohibirlo. Es de ese tipo de debates más vistosos que efectivos.

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