La verbena de San Juan se convirtió en la noche más dolorosa del año
Una treintena de jóvenes cruzó las vías del tren en la estación Castelldefels Playa, porque la salida superior estaba cerrada y el paso subterráneo, colapsado.
El Instituto de Medicina Legal de Catalunya tardará varios días en identificar a las trece personas que murieron arrolladas por un tren en la estación Castelldefels Playa, la noche de la verbena de san Juan. Sin embargo, todo apunta a que ésta es una tragedia que enluta a la comunidad latinoamericana.
Son ocho los fallecidos latinoamericanos que han podido ser identificados al cierre de esta edición, cinco ecuatorianos y dos colombianos. El Consulado de Ecuador en Barcelona tiene los datos de al menos tres familias que aún no localizan a sus hijos y el Consulado de Colombia ha confirmado la desaparición de dos de sus ciudadanos. Y son varios los bolivianos y dominicanos que aún esperan noticias de los suyos.
MUY JÓVENES
Lo que más duele de la tragedia es que la gran mayoría de los 14 heridos y 12 fallecidos tenían menos de 28 años.
“El tren dejó cientos de personas en el andén y casi todos eran jovencitos que iban en grupos a celebrar la verbena. Lo más seguro es que si uno cruzó las vías los demás lo siguieron, como por inercia. Cuando vi tal multitud en esa euforia, decidí esperarme y me tocó ver el atropello”, recuerda el boliviano Marcelo Cardona, quien espera que su hija de ocho años no sufra secuelas psicológicas después de haber presenciado el momento del accidente.
El Euromed Alaris, que venía de Alicante a 139 kilómetros por hora, no paraba en la estación de Castelldefels Playa por lo que, según relatan los testigos, a “ninguno le dio tiempo de alcanzar el otro lado de la vía. Todo fue muy rápido”. Los petardos que en la noche de San Juan explotan sin parar, también pudieron impedir que los treinta pasajeros que en ese momento se atrevían a pasar por encima de los rieles, escucharan el pitido del tren.
“No pueden acusarnos de imprudencia, porque no teníamos por dónde salir. La puerta para subir el puente estaba cerrada y no sabíamos que abajo había otro acceso”, relata desesperado Kiny Gerona, quien buscaba a sus amigos, el ecuatoriano Eduardo Silva y el boliviano, Diego Gutiérrez. De hecho, con esta fiesta Gutiérrez se despedía, porque este fin de semana viajaría a Bolivia para visitar a su familia.
LOS COLOMBIANOS
Por otra parte, Colombia ha confirmado que Jorge Serrano y Mauricio Osorio perecieron en el accidente. Oriundos de Tolima, los amigos se preparaban para montar sus propias empresas. Osorio trabajaba intermitentemente en una cadena de supermercados y Serrano estaba en el paro y quería continuar aquí con un negocio de serigrafía que tenía en Colombia.
“La historia de Mauricio es muy triste porque perdió a su madre y a sus hermanos en la explosión del volcán nevado del Ruíz en 1985 y estaba luchando duro para reagrupar a sus hijas”, explica su compañero en la Asociación Colombia Viu a Catalunya, Mauricio Noreña.
Por su parte, la sobrina de Jorge, Diana Herrera, recuerda que quería llegar rápido “a reunirse con nosotros en la verbena pero no pudo coger un metro antes y le tocó venirse en el último, que era el más lleno”.
PUENTE CERRADO
“Si todos sabemos que en la noche de San Juan van muchas personas a Castelldefels, ¿por qué no pusieron guías en la estación para indicar que había paso subterráneo?”, se pregunta el ecuatoriano Richard Olivos, quien perdió a su cuñada Rosa María Vivas y tiene herida en el hospital a su hija Lissette, de 16 años.
La pregunta tiene que ver con la reciente remodelación de esta estación que incorporó ascensores y un paso subterráneo, pero al mismo tiempo, cerró el puente que conducía a la calle.
Según el conseller de Política Territorial de Catalunya, Joaquim Nadal, el paso elevado no pertenece “estructuralmente” a la estación y “tras la reforma de la misma se cerró, al considerar suficientes los pasos subterráneos”.
Este túnel, de unos 3,5 metros de ancho, se colapsó rápidamente con los pasajeros que a las 11:20 de la noche venían de Barcelona. Los demás, como se sabe, optaron por cruzar las vías del tren.
POLÉMICA Y REACCIONES
Los consulados de Ecuador y Colombia fueron los primeros en ir al Centro Cívico Frederic Mompou donde las familias recibieron apoyo psicológico. Mientras, el revuelo político no se hacía esperar.
-“No se puede culpabilizar a los fallecidos y acusarlos de imprudencia sin antes conocer los resultados de la investigación”, manifestó el cónsul de Ecuador en Barcelona, Freddy Arellano. El diplomático se refería a las declaraciones de funcionarios gubernamentales que calificaron de “imprudencia” el cruce por las vías e insistían en la correcta señalización de la estación.
- Ya en noviembre de 2009, la concejal Àngels Coté, de Esquerra Republicana, afirmaba que la nueva estación podría traer problemas. Según consta en la transcripción de su intervención, “por ejemplo, la noche de San Juan aquello puede ser una ratonera, y los meses de julio y agosto también (...) “no es tanto cómo han quedado las obras, sino la seguridad, porque quedas como en una jaula”.
- Según la concejal de Urbanismo y Obras de Castelldefels, María Miranda, se trasladaron estas inquietudes a Adif y la respuesta obtenida fue que “el modelo que tenemos en el apeadero existe en muchos lugares y generalmente este tipo de problemáticas no se viene produciendo”.
El Instituto de Medicina Legal de Catalunya tardará varios días en identificar a las trece personas que murieron arrolladas por un tren en la estación Castelldefels Playa, la noche de la verbena de san Juan. Sin embargo, todo apunta a que ésta es una tragedia que enluta a la comunidad latinoamericana.
Son ocho los fallecidos latinoamericanos que han podido ser identificados al cierre de esta edición, cinco ecuatorianos y dos colombianos. El Consulado de Ecuador en Barcelona tiene los datos de al menos tres familias que aún no localizan a sus hijos y el Consulado de Colombia ha confirmado la desaparición de dos de sus ciudadanos. Y son varios los bolivianos y dominicanos que aún esperan noticias de los suyos.
MUY JÓVENES
Lo que más duele de la tragedia es que la gran mayoría de los 14 heridos y 12 fallecidos tenían menos de 28 años.
“El tren dejó cientos de personas en el andén y casi todos eran jovencitos que iban en grupos a celebrar la verbena. Lo más seguro es que si uno cruzó las vías los demás lo siguieron, como por inercia. Cuando vi tal multitud en esa euforia, decidí esperarme y me tocó ver el atropello”, recuerda el boliviano Marcelo Cardona, quien espera que su hija de ocho años no sufra secuelas psicológicas después de haber presenciado el momento del accidente.
El Euromed Alaris, que venía de Alicante a 139 kilómetros por hora, no paraba en la estación de Castelldefels Playa por lo que, según relatan los testigos, a “ninguno le dio tiempo de alcanzar el otro lado de la vía. Todo fue muy rápido”. Los petardos que en la noche de San Juan explotan sin parar, también pudieron impedir que los treinta pasajeros que en ese momento se atrevían a pasar por encima de los rieles, escucharan el pitido del tren.
“No pueden acusarnos de imprudencia, porque no teníamos por dónde salir. La puerta para subir el puente estaba cerrada y no sabíamos que abajo había otro acceso”, relata desesperado Kiny Gerona, quien buscaba a sus amigos, el ecuatoriano Eduardo Silva y el boliviano, Diego Gutiérrez. De hecho, con esta fiesta Gutiérrez se despedía, porque este fin de semana viajaría a Bolivia para visitar a su familia.
LOS COLOMBIANOS
Por otra parte, Colombia ha confirmado que Jorge Serrano y Mauricio Osorio perecieron en el accidente. Oriundos de Tolima, los amigos se preparaban para montar sus propias empresas. Osorio trabajaba intermitentemente en una cadena de supermercados y Serrano estaba en el paro y quería continuar aquí con un negocio de serigrafía que tenía en Colombia.
“La historia de Mauricio es muy triste porque perdió a su madre y a sus hermanos en la explosión del volcán nevado del Ruíz en 1985 y estaba luchando duro para reagrupar a sus hijas”, explica su compañero en la Asociación Colombia Viu a Catalunya, Mauricio Noreña.
Por su parte, la sobrina de Jorge, Diana Herrera, recuerda que quería llegar rápido “a reunirse con nosotros en la verbena pero no pudo coger un metro antes y le tocó venirse en el último, que era el más lleno”.
PUENTE CERRADO
“Si todos sabemos que en la noche de San Juan van muchas personas a Castelldefels, ¿por qué no pusieron guías en la estación para indicar que había paso subterráneo?”, se pregunta el ecuatoriano Richard Olivos, quien perdió a su cuñada Rosa María Vivas y tiene herida en el hospital a su hija Lissette, de 16 años.
La pregunta tiene que ver con la reciente remodelación de esta estación que incorporó ascensores y un paso subterráneo, pero al mismo tiempo, cerró el puente que conducía a la calle.
Según el conseller de Política Territorial de Catalunya, Joaquim Nadal, el paso elevado no pertenece “estructuralmente” a la estación y “tras la reforma de la misma se cerró, al considerar suficientes los pasos subterráneos”.
Este túnel, de unos 3,5 metros de ancho, se colapsó rápidamente con los pasajeros que a las 11:20 de la noche venían de Barcelona. Los demás, como se sabe, optaron por cruzar las vías del tren.
POLÉMICA Y REACCIONES
Los consulados de Ecuador y Colombia fueron los primeros en ir al Centro Cívico Frederic Mompou donde las familias recibieron apoyo psicológico. Mientras, el revuelo político no se hacía esperar.
-“No se puede culpabilizar a los fallecidos y acusarlos de imprudencia sin antes conocer los resultados de la investigación”, manifestó el cónsul de Ecuador en Barcelona, Freddy Arellano. El diplomático se refería a las declaraciones de funcionarios gubernamentales que calificaron de “imprudencia” el cruce por las vías e insistían en la correcta señalización de la estación.
- Ya en noviembre de 2009, la concejal Àngels Coté, de Esquerra Republicana, afirmaba que la nueva estación podría traer problemas. Según consta en la transcripción de su intervención, “por ejemplo, la noche de San Juan aquello puede ser una ratonera, y los meses de julio y agosto también (...) “no es tanto cómo han quedado las obras, sino la seguridad, porque quedas como en una jaula”.
- Según la concejal de Urbanismo y Obras de Castelldefels, María Miranda, se trasladaron estas inquietudes a Adif y la respuesta obtenida fue que “el modelo que tenemos en el apeadero existe en muchos lugares y generalmente este tipo de problemáticas no se viene produciendo”.
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