Terrón: el desarraigo y el paro son las causas del conflicto de Salt

Salt ha vuelto a ser el centro de atención mediática el pasado fin de semana por la manifestación contra la violencia y los prejuicios que se desarrolló pacíficamente. La secretaria de Estado de Inmigración ha declarado en una entrevista radial que las causas de los problemas sociales de este municipio son el paro, el desarraigo y la exclusión. El PP y ERC también han hablado.

En declaraciones a Catalunya Ràdio, Terrón explicó que estas dificultades se maximizan en el caso de la población inmigrante y ha recordado que la Secretaría que encabeza invertirá dos millones de euros en un plan piloto para combatir la exclusión social no sólo en el municipio de Salt, sino también en Badalona, L'Hospitalet de Llobregat, Terrassa y El Vendrell, que presentan altos índices de residentes extranjeros. La inversión se realizará a los largo de 2011.

La manifestación del pasado fin de semana congregó a un alto número de vecinos de diversas nacionalidades. Juntos, expresaron pacíficamente que desean convivir en paz.

La atención que los medios de comunicación han dado a la manera como se ha gestionado el último conflicto de convivencia en este municipio ha servido para escuchar las propuestas de varios representantes políticos.

Por un lado, Joan Ridao, secretario general de ERC, ha reconocido la apuesta por el civismo de los ciudadanos de Salt a través de esta manifestación y alertó sobre las tentaciones de usar la inmigración con fines electoralistas. Junto con respaldar la lucha contra las causas de los brotes de violencia y xenofobia, también apoyó la acción de la justicia.

Por su parte, el presidente del PP de Barcelona, Alberto Fernández Díaz, ha arremetido contra la inmigración musulmana. Fernández ha resaltado la gravedad de los altercados que se produjeron hace una semana en Salt y ha criticado lo que considera políticas 'buenistas'. Lejos de calmar los ánimos, ha alertado sobre la posibilidad de que estos confliuctos 'se pueden repetir en zonas como el barrio del Raval de Barcelona, donde casi la mitad de la población es inmigrante y de religión musulmana'.

'Los inmigrantes que vienen a trabajar deben ser conscientes de que si no hay empleo, deben regresar a su país, y de que si son ilegales o delinquen, deben ser expulsado', ha sentenciado el líder popular de la capital condal. R.I.