Políticos de Barcelona quieren el voto inmigrante para las municipales
Políticos de Barcelona quieren el voto inmigrante para las municipales
Barcelona. Los grupos políticos que gobiernan en Barcelona están de acuerdo en que los residentes de origen extranjero, con cinco años de permanencia legal, puedan votar en las elecciones municipales.
Así lo manifestaron los representantes de CiU, ERC e ICV-EUiA, respecto a la propuesta que recoge el borrador del Pacto por la Inmigración en Catalunya que está siendo negociado por los grupos presentes en el Parlament y que fue presentada en un acto público en la Casa del Mar en el mes de abril por la Secretaria para la Inmigración.
La aplicación del acuerdo tendría un costo de 1.957 millones de euros, dividido en los tres ejes que propone el borrador del Pacto, según su memoria económica: gestión de los flujos migratorios y acceso al mercado de trabajo (674 millones de euros), adaptación de los servicios públicos a una sociedad diversa (1.152 millones) y la integración en una cultura pública común (130 millones).
El presidente de CiU en el Ayuntamiento, Xavier Trias, defendió el voto para "la gente que lleva un tiempo aquí y tiene la voluntad de arraigarse". Sin embargo, recordó que es una cuestión que no depende del consistorio sino del Gobierno central.
Según su homólogo de ERC, Jordi Portabella, la propuesta es positiva, aunque matizó que sea para ciudadanos que llevan "un periodo de tiempo" en la capital catalana, ya que, en caso contrario, su voto puede ser "más influenciable" que el resto.
"Todas las personas arraigadas a la ciudad deben tener los mismos derechos y deberes", defendió Portabella, quien advirtió de que se tiene que evitar "la llegada puntual y repentina" de inmigrantes cuando se acercan las elecciones, una situación que "aquí no pasaría" pero sí en otras localidades.
El presidente de ICV-EUiA en el consistorio, Ricard Gomà, defendió otorgar el derecho a voto en función de la residencia, y no de la nacionalidad, que permita a los inmigrantes residentes votar "en cualquier tipo de elecciones".
Gomà se mostró partidario de que los inmigrantes puedan votar en las municipales tras dos años de residencia, y en el resto de los comicios tras cinco años. "La Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona tendrían que ser proactivos a la hora de pedir una reforma", según dijo.
Por contra, el presidente del PP en el Ayuntamiento, Alberto Fernández Díaz, consideró que el Govern "se tendría que preocupar más de la cohesión social derivada de la inmigración que del voto de los inmigrantes".
Según el concejal popular, a la Generalitat "lo único que le interesa de los inmigrantes no es su integración ni que, como el resto de los ciudadanos, cumplan la ley y respeten las normas de convivencia, si no su voto".
Barcelona. Los grupos políticos que gobiernan en Barcelona están de acuerdo en que los residentes de origen extranjero, con cinco años de permanencia legal, puedan votar en las elecciones municipales.
Así lo manifestaron los representantes de CiU, ERC e ICV-EUiA, respecto a la propuesta que recoge el borrador del Pacto por la Inmigración en Catalunya que está siendo negociado por los grupos presentes en el Parlament y que fue presentada en un acto público en la Casa del Mar en el mes de abril por la Secretaria para la Inmigración.
La aplicación del acuerdo tendría un costo de 1.957 millones de euros, dividido en los tres ejes que propone el borrador del Pacto, según su memoria económica: gestión de los flujos migratorios y acceso al mercado de trabajo (674 millones de euros), adaptación de los servicios públicos a una sociedad diversa (1.152 millones) y la integración en una cultura pública común (130 millones).
El presidente de CiU en el Ayuntamiento, Xavier Trias, defendió el voto para "la gente que lleva un tiempo aquí y tiene la voluntad de arraigarse". Sin embargo, recordó que es una cuestión que no depende del consistorio sino del Gobierno central.
Según su homólogo de ERC, Jordi Portabella, la propuesta es positiva, aunque matizó que sea para ciudadanos que llevan "un periodo de tiempo" en la capital catalana, ya que, en caso contrario, su voto puede ser "más influenciable" que el resto.
"Todas las personas arraigadas a la ciudad deben tener los mismos derechos y deberes", defendió Portabella, quien advirtió de que se tiene que evitar "la llegada puntual y repentina" de inmigrantes cuando se acercan las elecciones, una situación que "aquí no pasaría" pero sí en otras localidades.
El presidente de ICV-EUiA en el consistorio, Ricard Gomà, defendió otorgar el derecho a voto en función de la residencia, y no de la nacionalidad, que permita a los inmigrantes residentes votar "en cualquier tipo de elecciones".
Gomà se mostró partidario de que los inmigrantes puedan votar en las municipales tras dos años de residencia, y en el resto de los comicios tras cinco años. "La Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona tendrían que ser proactivos a la hora de pedir una reforma", según dijo.
Por contra, el presidente del PP en el Ayuntamiento, Alberto Fernández Díaz, consideró que el Govern "se tendría que preocupar más de la cohesión social derivada de la inmigración que del voto de los inmigrantes".
Según el concejal popular, a la Generalitat "lo único que le interesa de los inmigrantes no es su integración ni que, como el resto de los ciudadanos, cumplan la ley y respeten las normas de convivencia, si no su voto".
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