Los pañuelos de la honradez
¿Cuánto dinero se puede ganar como vendedor ambulante de pañuelos? Habría que vender muchos, tal vez demasiados, para conseguir en un día 2.700 euros. Pero Dom Amby Okonkwo, un joven inmigrante nigeriano de 24 años, se encontró con esta suma en un maletín extraviado junto al semáforo donde ejercía su venta. Ocurrió la mañana del miércoles en el Puente de las Delicias, en Sevilla.
La cartera de piel marrón estaba en el asfalto, pero no la abrió porque no le gusta tomar cosas que no le pertenecen. Como no habla castellano, pidió ayuda a su colega Kingsley Kene Odigbo, para devolverla en cuanto pasara por el lugar un coche de policía. Cuando llegaron los agentes, descubrieron su contenido: cuatro billetes de 500 euros, ocho de 50 y quince de 20. Además, documentos bancarios, un talonario de cheques y uno ya diligenciado por 870 euros.
Casi no podían creerlo los policías. El contraste era evidente. Un negro que apenas palabrea el inglés, protegido del sol con un sombrero de paja, botas de montaña. Menos de un año en España, un hijo de cinco años que mantener y 15 euros diarios por los pañuelos de la honradez. "No tuve miedo por no tener papeles. Conozco a los policías porque se paran mucho aquí y hablo con ellos. Sabía que no me iban a hacer nada", dijo al Diario de Sevilla.
Entre tanto, el dueño de la bolsa, Fernando P. G., ya estaba camino de la Comisaría para poner la denuncia por el extravío. No fue necesario. Junto al dinero, también había documentación que permitió localizar a su propietario. Supuestamente, habría dejado por descuido la cartera de piel sobre el asiento de su moto y así fue como cayó mientras circulaba. Pocos minutos después de haberla recuperado, el hombre pasó por el lugar para compensar a los nigerianos con 25 euros a cada uno. “Nos dio las gracias y nos deseó mucha suerte”, explicó Odigbo.
La cartera de piel marrón estaba en el asfalto, pero no la abrió porque no le gusta tomar cosas que no le pertenecen. Como no habla castellano, pidió ayuda a su colega Kingsley Kene Odigbo, para devolverla en cuanto pasara por el lugar un coche de policía. Cuando llegaron los agentes, descubrieron su contenido: cuatro billetes de 500 euros, ocho de 50 y quince de 20. Además, documentos bancarios, un talonario de cheques y uno ya diligenciado por 870 euros.
Casi no podían creerlo los policías. El contraste era evidente. Un negro que apenas palabrea el inglés, protegido del sol con un sombrero de paja, botas de montaña. Menos de un año en España, un hijo de cinco años que mantener y 15 euros diarios por los pañuelos de la honradez. "No tuve miedo por no tener papeles. Conozco a los policías porque se paran mucho aquí y hablo con ellos. Sabía que no me iban a hacer nada", dijo al Diario de Sevilla.
Entre tanto, el dueño de la bolsa, Fernando P. G., ya estaba camino de la Comisaría para poner la denuncia por el extravío. No fue necesario. Junto al dinero, también había documentación que permitió localizar a su propietario. Supuestamente, habría dejado por descuido la cartera de piel sobre el asiento de su moto y así fue como cayó mientras circulaba. Pocos minutos después de haberla recuperado, el hombre pasó por el lugar para compensar a los nigerianos con 25 euros a cada uno. “Nos dio las gracias y nos deseó mucha suerte”, explicó Odigbo.
Comentarios