Catalunya Integració
La cooperativa Catalunya Integració nació hace escasamente un año y empezó a dar sus primeros pasos el pasado verano. A pesar de su corta existencia, gracias al «boca-oreja», como dice su director ejecutivo, Jesús Álvarez, ha empezado a mantener un ritmo firme de trabajo.
El proyecto Catalunya Integració tuvo su origen en las aulas de la CETT, la Escuela de Turismo y Hostelería de la Universidad de Barcelona. Allí, el fundador del grupo, Gaspar Espuña, y el profesor de marketing Jesús Álvarez decidieron aplicar sus experiencias y conocimientos y dar vida a esta organización.
Catalunya Integració nació adoptando la forma de cooperativa, es decir, con la participación activa en la organización de cada uno de sus recién llegados, siguiendo una filosofía, según Álvarez, de participación activa del inmigrante.
«El foráneo es activo, pasa a formar parte de la cooperativa cuando es contratado, porque no queremos que la integración sea un proceso pasivo, sino que queremos implicarnos en él», explica Álvarez.
Él nació en Cuba y hace cuatro años que obtuvo la nacionalidad española. Este caribeño sabe muy bien lo que es pasar el proceso de la regularización. «Yo sufrí en carne propia muchos de los problemas de la inmigración», comenta, y fue su experiencia en este terreno, sumada a sus conocimientos en el campo de la hostelería y el turismo, lo que le empujó a crear esta organización.
Catalunya Integració trabaja en dos frentes simultáneamente: gente que llega a buscar trabajo y empresas. «Hemos creado un mecanismo que satisfaga la necesidad de los inmigrantes y, a su vez, supla al sector del turismo, que tiene una gran demanda de trabajo», explica Álvarez.
Servicios muy diversos
Los servicios que ofrecen a los inmigrantes, y como dice Álvarez, «a cualquier persona con riesgo de exclusión, sea de la nacionalidad que sea», son muy diversos y siempre gratuitos. Cuentan con bolsa de trabajo, cursos de formación y un servicio de asesoría jurídica.
Esta organización no sólo brinda estos servicios, sino que promueve la gestión para facilitar el acceso a la vivienda y a créditos hipotecarios. Y, además, van más allá, con la promoción de proyectos de inmigrantes emprendedores.
«Hay ocasiones en las que muchos inmigrantes tienen sus ideas de montar negocios, pero existe un temor y una dificultad», comenta Álvarez. «Cuando se produce esta situación, nosotros les ayudamos dándoles una primera asesoría», concluye.
Pero la labor de Catalunya Integració no finaliza aquí, con la ayuda al inmigrante. Esta organización también tiene como clientes a las empresas, sobre todo del sector de la hostelería, aunque Álvarez afirma que esta organización quiere ampliar su horizonte más allá de ese rubro y el turismo. «Estamos creando una segunda unidad de negocio con servicios de mantenimiento», explica.
Los servicios que esta cooperativa ofrece a las empresas incluyen desde la selección de personal al seguimiento y la evaluación de las necesidades de las empresas y también del nivel de integración de los trabajadores.
Gracias a los conocimientos en marketing, turismo y hostelería de su director ejecutivo, esta cooperativa también se puede permitir pasar al otro frente y poder así asesorar, ofrecer formación y buscar soluciones a corto y a largo plazo a las empresas.
El proyecto Catalunya Integració tuvo su origen en las aulas de la CETT, la Escuela de Turismo y Hostelería de la Universidad de Barcelona. Allí, el fundador del grupo, Gaspar Espuña, y el profesor de marketing Jesús Álvarez decidieron aplicar sus experiencias y conocimientos y dar vida a esta organización.
Catalunya Integració nació adoptando la forma de cooperativa, es decir, con la participación activa en la organización de cada uno de sus recién llegados, siguiendo una filosofía, según Álvarez, de participación activa del inmigrante.
«El foráneo es activo, pasa a formar parte de la cooperativa cuando es contratado, porque no queremos que la integración sea un proceso pasivo, sino que queremos implicarnos en él», explica Álvarez.
Él nació en Cuba y hace cuatro años que obtuvo la nacionalidad española. Este caribeño sabe muy bien lo que es pasar el proceso de la regularización. «Yo sufrí en carne propia muchos de los problemas de la inmigración», comenta, y fue su experiencia en este terreno, sumada a sus conocimientos en el campo de la hostelería y el turismo, lo que le empujó a crear esta organización.
Catalunya Integració trabaja en dos frentes simultáneamente: gente que llega a buscar trabajo y empresas. «Hemos creado un mecanismo que satisfaga la necesidad de los inmigrantes y, a su vez, supla al sector del turismo, que tiene una gran demanda de trabajo», explica Álvarez.
Servicios muy diversos
Los servicios que ofrecen a los inmigrantes, y como dice Álvarez, «a cualquier persona con riesgo de exclusión, sea de la nacionalidad que sea», son muy diversos y siempre gratuitos. Cuentan con bolsa de trabajo, cursos de formación y un servicio de asesoría jurídica.
Esta organización no sólo brinda estos servicios, sino que promueve la gestión para facilitar el acceso a la vivienda y a créditos hipotecarios. Y, además, van más allá, con la promoción de proyectos de inmigrantes emprendedores.
«Hay ocasiones en las que muchos inmigrantes tienen sus ideas de montar negocios, pero existe un temor y una dificultad», comenta Álvarez. «Cuando se produce esta situación, nosotros les ayudamos dándoles una primera asesoría», concluye.
Pero la labor de Catalunya Integració no finaliza aquí, con la ayuda al inmigrante. Esta organización también tiene como clientes a las empresas, sobre todo del sector de la hostelería, aunque Álvarez afirma que esta organización quiere ampliar su horizonte más allá de ese rubro y el turismo. «Estamos creando una segunda unidad de negocio con servicios de mantenimiento», explica.
Los servicios que esta cooperativa ofrece a las empresas incluyen desde la selección de personal al seguimiento y la evaluación de las necesidades de las empresas y también del nivel de integración de los trabajadores.
Gracias a los conocimientos en marketing, turismo y hostelería de su director ejecutivo, esta cooperativa también se puede permitir pasar al otro frente y poder así asesorar, ofrecer formación y buscar soluciones a corto y a largo plazo a las empresas.
