Cataluña podrá tramitar los permisos iniciales de trabajo a los recién llegados
Antes de que comience el próximo año, Catalunya tendrá plena libertad del Gobierno central para tramitar y conceder los permisos iniciales de trabajo a los recién llegados, circunstancia que «permitirá atender mejor las necesidades de las empresas catalanas», según explica a SÍ la consellera de Treball.
Según Serna, «desde la proximidad se gestiona mejor». Por eso, confía en que, «de aquí a unos años, se pueda llegar a acuerdos con el Ejecutivo para que también dependan de la Generalitat las renovaciones de los permisos», que en Catalunya seguirá gestionando la Delegación del Gobierno.
La consellera cree que este cambio será especialmente aprovechado por las empresas, «que necesitan un servicio rápido y que no pueden esperar seis meses o un año para saber si pueden contratar a un inmigrante»,pero también por los propios extranjeros, ya que la situación actual genera economía sumergida.
Para garantizar que este cambio no resulte traumático, Serna apuesta por «una buena información y una buena coordinación para la eficiencia de las oficinas de trabajo». La gestión de los permisos se hará en diez o 12 de las 70 con que cuenta la Conselleria, «lo que supone triplicar la cifra actual».
Serna reconoce que «al principio habrá dificultades», pero considera que su departamento será capaz de ofrecer un buen servicio.
Según la consellera, «habrá que hacer un esfuerzo para que cuando lleguen los inmigrantes se les explique la cultura del trabajo en Catalunya». «Necesitamos dar un paso cualitativo en esta materia y garantizar los derechos y obligaciones de todos pelos ciudadanos y que ningún trabajador pueda ser discriminado», afirma la consellera, quien considera que ha de trabajarse intensamente en planes de acogida de inmigrantes en las propias compañías.
«Las empresas han de ser espacios de acogida. En Catalunya estamos teniendo un importante proceso de incorporación de trabajadores extranjeros y se dan casos de personas que llegan sin saber siquiera que aquí se habla catalán», explica la consellera, que considera que también «hay que mejorar la contratación en origen». Esta vía permite a los trabajadores llegar con una mayor seguridad, y Serna pone como ejemplo de ello las campañas para emplear a temporeros en el campo catalán, «que han dado buenos resultados».
Según Serna, «desde la proximidad se gestiona mejor». Por eso, confía en que, «de aquí a unos años, se pueda llegar a acuerdos con el Ejecutivo para que también dependan de la Generalitat las renovaciones de los permisos», que en Catalunya seguirá gestionando la Delegación del Gobierno.
La consellera cree que este cambio será especialmente aprovechado por las empresas, «que necesitan un servicio rápido y que no pueden esperar seis meses o un año para saber si pueden contratar a un inmigrante»,pero también por los propios extranjeros, ya que la situación actual genera economía sumergida.
Para garantizar que este cambio no resulte traumático, Serna apuesta por «una buena información y una buena coordinación para la eficiencia de las oficinas de trabajo». La gestión de los permisos se hará en diez o 12 de las 70 con que cuenta la Conselleria, «lo que supone triplicar la cifra actual».
Serna reconoce que «al principio habrá dificultades», pero considera que su departamento será capaz de ofrecer un buen servicio.
Según la consellera, «habrá que hacer un esfuerzo para que cuando lleguen los inmigrantes se les explique la cultura del trabajo en Catalunya». «Necesitamos dar un paso cualitativo en esta materia y garantizar los derechos y obligaciones de todos pelos ciudadanos y que ningún trabajador pueda ser discriminado», afirma la consellera, quien considera que ha de trabajarse intensamente en planes de acogida de inmigrantes en las propias compañías.
«Las empresas han de ser espacios de acogida. En Catalunya estamos teniendo un importante proceso de incorporación de trabajadores extranjeros y se dan casos de personas que llegan sin saber siquiera que aquí se habla catalán», explica la consellera, que considera que también «hay que mejorar la contratación en origen». Esta vía permite a los trabajadores llegar con una mayor seguridad, y Serna pone como ejemplo de ello las campañas para emplear a temporeros en el campo catalán, «que han dado buenos resultados».
