El pacto de inmigración
"El Pacto debe tener en cuenta a los jóvenes y las mujeres”
Después de presentarlo ante la prensa la semana pasada, esta semana la Generalitat de Cataluña organizó unas jornadas para trabajar junto a los agentes sociales el documento del Pacto Nacional para la Inmigración. En la primera jornada de trabajo, que se desarrolló ayer, se presentaron los cuatro ejes sobre los que se estructura el documento: flujos migratorios, acceso al mercado de trabajo, adaptación de los servicios públicos y cultura pública común. Hoy, día que se cerró el encuentro, tomaron la palabra los agentes económicos y sociales y las entidades y asociaciones de inmigrantes o que trabajan con el colectivo.
El documento del Pacto es ambicioso: establece una serie de recomendaciones y medidas que no sólo dependen de la voluntad política de los agentes sociales, económicos y políticos catalanes, sino que también implica la modificación de distintas leyes vigentes, como por ejemplo la de Extranjería. No hay forma de que se llegue a su total implementación, si no es por medio del consenso de todos los actores implicados en la negociación, detalle que ven difícil de conseguir muchos de los que estuvieron presentes.
Una vez solventadas las diferencias a nivel autonómico, el documento deberá pasar por la negociación con el Estado, por lo que corre el riesgo de terminar como papel mojado o muy recortado, como ya ocurrió con el Estatut. “No se garantiza el éxito del Pacto si no está dotado de unos indicadores de evaluación, recursos y voluntad política”, sintetizó Begoña Sánchez, portavoz de SOS Racismo.
La legislación vigente, el punto más crítico
Ghassan Saliba, secretario de inmigración de CCOO, recalcó la necesidad de evitar en el Pacto la contradicción entre recomendaciones y prácticas. Por un lado se habla del derecho a vivir en familia, argumenta, pero por otro los permisos de trabajo están ligados ahora al mercado de trabajo y sus necesidades. Saliba también apuntó que es necesario garantizar que aquellos que quieran retornar a sus países de origen puedan hacerlo con ciertas condiciones garantizadas, porque es un hecho que también hay muchos inmigrantes que eligen jubilarse en su tierra.
“En el Pacto hay que apostar por políticas de igualdad, que tengan en cuenta distintas problemáticas, como la de los jóvenes o las mujeres”, resaltó Saliba. Fatima Ahmed, de la asociación de marroquíes Ibn Batuta, también manifestó la importancia de que el Pacto profundice en temas de perspectiva de género, jóvenes e igualdad de oportunidades.
La representante de la PIMEC, Maria Alaman, apuntó que es necesario que se cambie la normativa que rige la contratación en origen, ya que para las pequeñas empresas es imposible contratar contingentes de trabajadores, porque muchas veces sólo necesitan 2 ó 3. Alaman también dijo que hay una necesidad imperiosa de reformar el actual sistema administrativo para que se agilicen los trámites y la reagrupación familiar sea preferente.
Lo mismo opinaron los representantes de Unió de Pagesos y Foment del Treball, recalcando que en Cataluña hay puestos de trabajo pero no mano de obra, por lo cual si se quiere fomentar el crecimiento económico es necesario que vengan trabajadores de fuera por medio de mecanismos más simples que los actuales.
La crítica más marcada hacia el documento vino de parte de Juana Martín, de Cáritas. Martín apuntó que es necesario que la legislación se unifique a nivel nacional. Por ejemplo, en cuanto a los criterios que se establecen para la contratación de empleados de hogar. Mientras que en Cataluña se pide una renta de 30 mil euros al año para contratar un empleado de hogar, en otros sitios del país sólo se exigen 16 mil. Martín también dijo que en el documento del Pacto se habla de retorno voluntario, pero que éste muchas veces es incentivado.
“También hay expulsiones y repatriaciones, por lo que habría que trabajar éstos puntos en mayor profundidad”, explicó. Por último, la representante de Cáritas señaló que es necesario velar por la transversalidad, porque cuando “una cosa es responsabilidad de todos, nadie se hace cargo de nada; hay que identificar responsabilidades”, remató.
Después de presentarlo ante la prensa la semana pasada, esta semana la Generalitat de Cataluña organizó unas jornadas para trabajar junto a los agentes sociales el documento del Pacto Nacional para la Inmigración. En la primera jornada de trabajo, que se desarrolló ayer, se presentaron los cuatro ejes sobre los que se estructura el documento: flujos migratorios, acceso al mercado de trabajo, adaptación de los servicios públicos y cultura pública común. Hoy, día que se cerró el encuentro, tomaron la palabra los agentes económicos y sociales y las entidades y asociaciones de inmigrantes o que trabajan con el colectivo.
El documento del Pacto es ambicioso: establece una serie de recomendaciones y medidas que no sólo dependen de la voluntad política de los agentes sociales, económicos y políticos catalanes, sino que también implica la modificación de distintas leyes vigentes, como por ejemplo la de Extranjería. No hay forma de que se llegue a su total implementación, si no es por medio del consenso de todos los actores implicados en la negociación, detalle que ven difícil de conseguir muchos de los que estuvieron presentes.
Una vez solventadas las diferencias a nivel autonómico, el documento deberá pasar por la negociación con el Estado, por lo que corre el riesgo de terminar como papel mojado o muy recortado, como ya ocurrió con el Estatut. “No se garantiza el éxito del Pacto si no está dotado de unos indicadores de evaluación, recursos y voluntad política”, sintetizó Begoña Sánchez, portavoz de SOS Racismo.
La legislación vigente, el punto más crítico
Ghassan Saliba, secretario de inmigración de CCOO, recalcó la necesidad de evitar en el Pacto la contradicción entre recomendaciones y prácticas. Por un lado se habla del derecho a vivir en familia, argumenta, pero por otro los permisos de trabajo están ligados ahora al mercado de trabajo y sus necesidades. Saliba también apuntó que es necesario garantizar que aquellos que quieran retornar a sus países de origen puedan hacerlo con ciertas condiciones garantizadas, porque es un hecho que también hay muchos inmigrantes que eligen jubilarse en su tierra.
“En el Pacto hay que apostar por políticas de igualdad, que tengan en cuenta distintas problemáticas, como la de los jóvenes o las mujeres”, resaltó Saliba. Fatima Ahmed, de la asociación de marroquíes Ibn Batuta, también manifestó la importancia de que el Pacto profundice en temas de perspectiva de género, jóvenes e igualdad de oportunidades.
La representante de la PIMEC, Maria Alaman, apuntó que es necesario que se cambie la normativa que rige la contratación en origen, ya que para las pequeñas empresas es imposible contratar contingentes de trabajadores, porque muchas veces sólo necesitan 2 ó 3. Alaman también dijo que hay una necesidad imperiosa de reformar el actual sistema administrativo para que se agilicen los trámites y la reagrupación familiar sea preferente.
Lo mismo opinaron los representantes de Unió de Pagesos y Foment del Treball, recalcando que en Cataluña hay puestos de trabajo pero no mano de obra, por lo cual si se quiere fomentar el crecimiento económico es necesario que vengan trabajadores de fuera por medio de mecanismos más simples que los actuales.
La crítica más marcada hacia el documento vino de parte de Juana Martín, de Cáritas. Martín apuntó que es necesario que la legislación se unifique a nivel nacional. Por ejemplo, en cuanto a los criterios que se establecen para la contratación de empleados de hogar. Mientras que en Cataluña se pide una renta de 30 mil euros al año para contratar un empleado de hogar, en otros sitios del país sólo se exigen 16 mil. Martín también dijo que en el documento del Pacto se habla de retorno voluntario, pero que éste muchas veces es incentivado.
“También hay expulsiones y repatriaciones, por lo que habría que trabajar éstos puntos en mayor profundidad”, explicó. Por último, la representante de Cáritas señaló que es necesario velar por la transversalidad, porque cuando “una cosa es responsabilidad de todos, nadie se hace cargo de nada; hay que identificar responsabilidades”, remató.
