La admistración 'La mexicana' de Alcorcón reparte millones de euros con el 79.250
- Los loteros de la administración número 8 de Alcorcón son de origen mexicano.
- Contrataron a una medium para atraer a la suerte y montaron altares en el local.
- La mitad de los niños cantores de San Ildefonso son extranjeros.
- Son los encargados de sacar las bolas del bombo y cantar los números con esa entonación que los hace únicos.
- Camila Flores, la quiteña que entregó el Gordo el año pasado, lleva entrenando un mes para hacer un papel impecable.
El Gordo ya ha salido. El número divino es el 79.250 con 3.000.000 de euros. Ha caído en Madrid, Alicante, Zaragoza, Murcia, Cáceres, Palencia, Tenerife, Guipúzcoa y Barcelona, con 137 series vendidas. Si cree que le ha tocado éste u otro número, consúltelo en esta noticia.
Este miércoles ya tiene lugar una de las tradiciones más arraigadas y sorprendentes de los españoles: el sorteo extraordinario de Navidad.
El país entero se paraliza para seguir minuto a minuto las pedreas, primeros, segundos, terceros premios… y El Gordo.
Los inmigrantes nos hemos metido de lleno en esta tradición y cada se ve a más gente haciendo largas filas y rituales para que ese décimo nos cumpla todos nuestros sueños.
Pero donde más se nota el acento latino es en el esperado “tres millooooones de euros” que han inmortalizado los niños de San Ildefonso.
De los 36 estudiantes que participan este año en el sorteo del Gordo, la mitad ha nacido fuera de España: diez en Ecuador y cinco en Bolivia, entre otras nacionalidades.
Así que no es ninguna casualidad que en los dos últimos años el Gordo haya sido cantado por voces ecuatorianas.
La quiteña Camila Flores se hizo famosa el año pasado por sacar la bola del premio mayor y este año repite en el escenario.
Lleva un mes ensayando canto, cartelón y retirada de bombo, porque tiene que estar capacitada para asumir cualquiera de los trabajos del sorteo.
“Está nerviosa, porque a ellos les da susto que alguien venga a reclamarles que cantaron mal un número o se equivocaron de bola”, cuenta Hugo Flores, su abuelo, que llega desde primera hora al Palacio de Congresos de Madrid armado con una filmadora para no perderse detalle de su nieta.
“También le voy a hacer fuerza a los tres decimitos que compré a ver si me voy a vivir a Ecuador”, se ríe don Hugo. ¿Será que la suerte le viene con acento latino?
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