Hablemos de integración.
Integranos..................
Quién o qué determina cuando una persona o grupo está integrado a una sociedad?
¿Hasta dónde se permite o se tolera a un nuevo ciudadano?
¿Cuáles son las normas no escritas que rigen o avalan esa integración?
Podemos trabajar, podemos profesar nuestras creencias religiosas, podemos expresarnos culturalmente, dando a conocer nuestras costumbres y tradiciones, podemos incluso llegar a nacionalizarnos.
Pero, a pesar de trabajar y de cumplir con nuestras obligaciones, tenemos ciertas barreras, entre ellas no podemos emitir nuestra opinión a través del voto.
En lo que a los llegados desde sudamerica se refiere, pocas diferencias culturales nos separan, es más, podemos decir que se produce en muchos casos, una situación de reverso, hoy nuestras regiones y su actual coyuntura nos empujan a buscar nuevos horizontes.
Más de un 60% de los sudamericanos somos catolicos, y si bien nos diferencia nuestro color de piel, nos adpatamos rápidamente a esta tierra.
Pero nos encontramos a barreras no visibles pero sí palpables, a prejuicios que sólo se hablan por lo bajo, es fácil encontrarse frente a un rostro sonriente y una palabra amable, pero, a la hora de la verdad, a la hora de asumir responsabilidades, o de otorgar alguna de ellas, las cosas ya no son tan simples ni tan sencillas.
Ya no basta con ser correcto, buen ciudadano, cumplir las normas y las leyes, no basta con hablar castellano o catalán.
El solo hecho de ser extranjero significa pasar examenes dobles y estar siempre sobre la mirada escrutadora de aquellos que no aceptan abiertamente la inclusión social completa de un recién llegado.
Son cosas, gestos, hechos o actitudes que se perciben pero que no se pueden demostrar.
Dónde se puede afirmar o cómo pueden demostrar desde el gobierno que realmente trabajan por una verdadera integración?
Nos preguntaba Pera Campí acerca de qué necesitábamos para integrarnos.
También Enric de forma particular a mi persona me recomendó rectificar el rumbo, y algo similar pero en tono más bien sarcástico lo decía.
La pregunta es: si se dice que trabajan por una integración y lo dicen a bombo y platillo,cómo podemos decirlo nosotros? ¿en silencio? ¿acaso tanto los políticos locales y las fuerzas sociales no promocionan sus logros o propuestas?
¿miento a la hora de decir que se publican las propuestas, por ejemplo de ADIS?
¿Está mal eso? supongo que no, lo mismo que no lo está cuando la iglesia promociona algo, o lo hace el club tal o cual, o el AMPA o cualquier otro, solo dando difusión a las cosas algunas personas podrán enterarse de ello.
Pero Meister dice que no, que es desde el silencio y desde las sombras que se trabaja, pues que lo aplique también los políticos, sobre todo a los locales.
Al parecer ellos sí pueden tener ideas y plasmarlas en la medida de lo posible, pero cuando hablan de "iguales derechos,iguales obligaciones" a qué derechos se refieren?
al de contribuir pagando impuestos? y la la hora de opinar, ya que no votamos, quien nos defienden o quienes?
Las obligaciones como ciudadanos las cumplimos, pero el sistema político local no cumple con las suyas.
Si hablamos de integración, hablemos en serio.
El integrarnos significa implicarnos en todos los ámbitos, cultura, tradición, lengua,educación, civismo y también libre expresión y política.
Reclamo ese derecho, el derecho a opinar, a decir lo que pienso y que por ello, en el error o en el acierto, que determinados políticos locales que abusan del poder, no puedan apartanos, no nos discriminen por el solo hecho de pensar diferente, de ver las cosas desde otro prisma.
Y no hablo de discrimación racial, hablo de discriminación cuidadana, pura y simple, hablo de tolerancia y de hablo de humildad.
Si me apellidase Mira y fuese el presidente de la asociación de comerciantes se hubieran cerrado las puertas? ¿si fuese un miembro de la oposición política de la villa elegido o no por el pueblo también?
Donde se encuentra la diferencia entre un simple contribuyente y alguien con cierta representación? ¿por qué unos pueden hacerse escuchar sin recibir represalias y otros no? pagan acaso impuestos diferentes? son quizás personas con poder diferente?
Integrarnos significa que toleramos y aceptamos las reglas de juego y las leyes, aceptamos la constitución y respetamos a quienes el pueblo elige como gobernantes, pero ¿nos respetan y nos aceptan ellos a nosotros?
La respuesta es NO, ni tan siquiera se responde a todas las propuestas enviadas, aunque solo fuese por una cuestión de respeto y educación.
Pero luego se dice que se trabaja por la integración.
Me encantaría que desde el ayuntamiento alguien diese una lista detallada acerca de los pasos que se han ido dando para esa integración, sobre todo, si se recibieron recursos financieros y como fueron destinados.
También una lista de nombres que pueden haber sido beneficiados en nombre de la integración, y las entidades a las cuales han convocado, por supuesto que a NOUS CIUTADANS no.
Y quizás entonces, con las cartas encima de la mesa podremos al fin iniciar un diálogo que jamas ha existido, sobre todo porque nos consta que el señor alcalde esta asociación a la que jamás ha reconocido, le cayó como una patada en los testículos, a saber por qué.
Quién o qué determina cuando una persona o grupo está integrado a una sociedad?
¿Hasta dónde se permite o se tolera a un nuevo ciudadano?
¿Cuáles son las normas no escritas que rigen o avalan esa integración?
Podemos trabajar, podemos profesar nuestras creencias religiosas, podemos expresarnos culturalmente, dando a conocer nuestras costumbres y tradiciones, podemos incluso llegar a nacionalizarnos.
Pero, a pesar de trabajar y de cumplir con nuestras obligaciones, tenemos ciertas barreras, entre ellas no podemos emitir nuestra opinión a través del voto.
En lo que a los llegados desde sudamerica se refiere, pocas diferencias culturales nos separan, es más, podemos decir que se produce en muchos casos, una situación de reverso, hoy nuestras regiones y su actual coyuntura nos empujan a buscar nuevos horizontes.
Más de un 60% de los sudamericanos somos catolicos, y si bien nos diferencia nuestro color de piel, nos adpatamos rápidamente a esta tierra.
Pero nos encontramos a barreras no visibles pero sí palpables, a prejuicios que sólo se hablan por lo bajo, es fácil encontrarse frente a un rostro sonriente y una palabra amable, pero, a la hora de la verdad, a la hora de asumir responsabilidades, o de otorgar alguna de ellas, las cosas ya no son tan simples ni tan sencillas.
Ya no basta con ser correcto, buen ciudadano, cumplir las normas y las leyes, no basta con hablar castellano o catalán.
El solo hecho de ser extranjero significa pasar examenes dobles y estar siempre sobre la mirada escrutadora de aquellos que no aceptan abiertamente la inclusión social completa de un recién llegado.
Son cosas, gestos, hechos o actitudes que se perciben pero que no se pueden demostrar.
Dónde se puede afirmar o cómo pueden demostrar desde el gobierno que realmente trabajan por una verdadera integración?
Nos preguntaba Pera Campí acerca de qué necesitábamos para integrarnos.
También Enric de forma particular a mi persona me recomendó rectificar el rumbo, y algo similar pero en tono más bien sarcástico lo decía.
La pregunta es: si se dice que trabajan por una integración y lo dicen a bombo y platillo,cómo podemos decirlo nosotros? ¿en silencio? ¿acaso tanto los políticos locales y las fuerzas sociales no promocionan sus logros o propuestas?
¿miento a la hora de decir que se publican las propuestas, por ejemplo de ADIS?
¿Está mal eso? supongo que no, lo mismo que no lo está cuando la iglesia promociona algo, o lo hace el club tal o cual, o el AMPA o cualquier otro, solo dando difusión a las cosas algunas personas podrán enterarse de ello.
Pero Meister dice que no, que es desde el silencio y desde las sombras que se trabaja, pues que lo aplique también los políticos, sobre todo a los locales.
Al parecer ellos sí pueden tener ideas y plasmarlas en la medida de lo posible, pero cuando hablan de "iguales derechos,iguales obligaciones" a qué derechos se refieren?
al de contribuir pagando impuestos? y la la hora de opinar, ya que no votamos, quien nos defienden o quienes?
Las obligaciones como ciudadanos las cumplimos, pero el sistema político local no cumple con las suyas.
Si hablamos de integración, hablemos en serio.
El integrarnos significa implicarnos en todos los ámbitos, cultura, tradición, lengua,educación, civismo y también libre expresión y política.
Reclamo ese derecho, el derecho a opinar, a decir lo que pienso y que por ello, en el error o en el acierto, que determinados políticos locales que abusan del poder, no puedan apartanos, no nos discriminen por el solo hecho de pensar diferente, de ver las cosas desde otro prisma.
Y no hablo de discrimación racial, hablo de discriminación cuidadana, pura y simple, hablo de tolerancia y de hablo de humildad.
Si me apellidase Mira y fuese el presidente de la asociación de comerciantes se hubieran cerrado las puertas? ¿si fuese un miembro de la oposición política de la villa elegido o no por el pueblo también?
Donde se encuentra la diferencia entre un simple contribuyente y alguien con cierta representación? ¿por qué unos pueden hacerse escuchar sin recibir represalias y otros no? pagan acaso impuestos diferentes? son quizás personas con poder diferente?
Integrarnos significa que toleramos y aceptamos las reglas de juego y las leyes, aceptamos la constitución y respetamos a quienes el pueblo elige como gobernantes, pero ¿nos respetan y nos aceptan ellos a nosotros?
La respuesta es NO, ni tan siquiera se responde a todas las propuestas enviadas, aunque solo fuese por una cuestión de respeto y educación.
Pero luego se dice que se trabaja por la integración.
Me encantaría que desde el ayuntamiento alguien diese una lista detallada acerca de los pasos que se han ido dando para esa integración, sobre todo, si se recibieron recursos financieros y como fueron destinados.
También una lista de nombres que pueden haber sido beneficiados en nombre de la integración, y las entidades a las cuales han convocado, por supuesto que a NOUS CIUTADANS no.
Y quizás entonces, con las cartas encima de la mesa podremos al fin iniciar un diálogo que jamas ha existido, sobre todo porque nos consta que el señor alcalde esta asociación a la que jamás ha reconocido, le cayó como una patada en los testículos, a saber por qué.
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