microcreditos para emprendedores, esa oportunidad

Según un estudio de la Fundación Un Sol Món de Caixa Catalunya, más de la mitad de los inmigrantes que vienen de Latinoamérica desea crear –aquí o en su país de origen- su propia empresa a mediano o largo plazo. Casi el 70% de los microcréditos otorgados por esta fundación en Catalunya durante 2006 tuvieron como beneficiarios a emprendedores latinos.Como respuesta a las buenas ideas, a la iniciativa y capacidad de trabajo, y por la buena voluntad de pago de los inmigrantes latinoamericanos las cajas comenzaron a abrir ofertas de microcréditos como una herramienta que ayuda al asentamiento y el desarrollo económico de los nuevos residentes en el país de acogida.Caixa Catalunya, a través de su Fundación Un Sol Món, fue la precursora en esta materia creando en 2001 un programa de asesoramiento y microcréditos para aquellas personas que tengan una idea y la decisión de montar su propio negocio, pero no los avales. De los más de mil créditos otorgados, el 70% fue a manos de inmigrantes.En la misma dirección, La Caixa fundó MicroBank, el primer banco de microcréditos de España; y así otras entidades financieras, como la Caja de Ahorro del Mediterráneo (CAM), van encontrando, previa confianza y viabilidad de los proyectos a financiar, un nuevo nicho de mercado. Si bien en muchos casos el monto que otorgan no llega a los 10.000 euros, en otros alcanzan los 20.000. El camino de la autoocupación Servei Solidari es una entidad sin ánimo de lucro ubicada en el barrio de El Raval, en Barcelona. Está a disposición de todas aquellas personas que se estén planteando la posibilidad de crear su propio negocio, y las ayuda a desarrollar el plan de empresa y a gestionar el microcrédito. El procedimiento es gratuito para el usuario y no es complicado, pero sí requiere una decidida voluntad, algo que de todas maneras necesita un emprendedor. La entidad colabora con CPAC (Fundación Privada para la Promoción de la Autoocupación de Catalunya), que a su vez es la entidad que canaliza los microcréditos de la fundación Un Sol Món.Inma Martín Alegre de Servei Solidari aclara que para pedir un microcrédito “es necesario cumplir una serie de requisitos. Lo primero es asistir a una de las charlas, que organizamos, sobre cómo crear empresas, en donde explicamos los beneficios y las contras de llevar adelante un emprendimiento”.Otro de los puntos imprescindibles es tener, desarrollar, argumentar y defender un plan de empresa viable. Para esto, los asesores de Servei Solidari (o de CPAC, ya que el procedimiento es el mismo) organizan entrevistas individuales para todos aquellos que luego de la charlas ya tienen la idea un poco más acabada. En estas entrevistas personales entran en juego mucho más que la simple idea. Del proceso participan los asesores, que darán una idea al emprendedor de cómo organizar y desarrollar el plan de empresa, y que ayudarán a los futuros empresarios a evaluar las necesidades reales del emprendimiento y a pulir los detalles del proyecto.Mientras tanto, durante el proceso, las personas son evaluadas por distintos profesionales tanto del sector financiero como por psicólogos que verán que el solicitante sea apto para recibir el crédito. Xavier Dumont, consultor de CPAC, nos explicaba estos detalles y nos aclaraba que “para dar el dinero a estas condiciones tan favorables, la entidad financiera tiene que asegurarse que las personas sean idóneas, y que no puedan conseguir la financiación por otros medios”. Esto último no es tan complicado, ya que simplemente basta con ir a un banco o una caja y solicitar un crédito; cuando se deniega, se pide una carta que lo confirme por escrito.Las ventajas de los microcréditos son muchas, por la cantidad de cuotas que ofrecen, el interés que tienen, y la ausencia total de comisiones que -en la mayoría de los casos- son las que encarecen desmesuradamente los créditos convencionales. El interés actual de los microcréditos está en el 5%, y el monto medio ronda los 10.000 € aunque puede ser de mucho menos o llegar hasta los 20.000 € en casos muy justificados.Para tener acceso a los préstamos, la persona tiene que ser capaz de legalizar su empresa, por eso es necesario tener los papeles de trabajo en regla. Todas las posibilidades se ven de acuerdo al tipo de empresa que se quiere montar y a la clase de tarjeta que tenga la persona, y a veces, hay que aceptar un no. Estadísticas El 75% de los que recibieron un microcrédito durante el 2006 son latinoamericanos; y en lo que va de este año han pasado 200 personas por el Servei Solidari de las cuales 115 han continuado el proceso luego de la charla inicial. De éstas, diecisiete personas ya han finalizado el plan de empresa y once han conseguido materializarlo. De las once empresas, seis fueron creadas a través de microcréditos.Por nacionalidades, este año la mayoría de emprendedores han sido peruanos, con un 20% del total, los siguieron de cerca uruguayos, ecuatorianos, brasileños y venezolanos. El año pasado, los mayores solicitantes fueron de los colectivos uruguayos y argentinos. Entre las empresas creadas predomina el sector de servicios (75%, destacándose especialmente la restauración con un 19%) y comercios (19%). Evidentemente es sólo cuestión de esfuerzo personal, como nos aclara Inma “Si el proyecto esta bien hecho, conseguir el dinero es cuestión de trabajo. En el historial de esta institución sólo se ha denegado un microcrédito”.Según los datos del año pasado de la Fundación Un Sol Món, de Caixa Catalunya, los créditos aprobados en Catalunya fueron 192. De ellos, 97 fueron para extracomunitarios y 95 para comunitarios; pero esto no quiere decir que haya sido la mitad para los latinoamericanos, ya que muchos de ellos tenían alguna ciudadanía europea. En total los latinos fueron beneficiados con casi un 70% de los microcréditos aprobados.En el cuadro de beneficiarios latinoamericanos, aparecen estas estadísticas: la mayor cantidad de pedidos provino del colectivo argentino, con 45; seguido por Uruguay con veinte y Ecuador con diecinueve; un poco más atrás se encuentra Colombia con dieciséis, Brasil con diez, y Bolivia con siete microcréditos otorgados en el 2006. Completan el cuadro México, Chile y Venezuela.Los números también indican que los hombres no son –como se cree- los más emprendedores, ya que las mujeres han logrado 110 microcréditos contra 82 de los varones. Uno de los datos curiosos es que el promedio de edad no es el que muchos creerían. En realidad, sobrepasa un poco los 40 años, siendo el máximo un emprendedor de 68 años, y el más joven uno de sólo dieciocho años, lo que demuestra que para tener ganas de independizarse no hace falta otra cosa que voluntad y decisión. Servei SolidariSant Antoni Abat, 61. Barcelona Tel. 93 441 00 04 serveisolidari@escolapia.cat. CPACVallespir, 191. BarcelonaTe. 934908860cpac@autoocupacio.org

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