Se avecinan las
elecciones municipales y autonómicas. El próximo domingo 22 de mayo, por primera vez en la historia de unas municipales en España, los comicios en los que
se elegirán los representantes políticos de todos los municipios contarán con la voz de miles de latinoamericanos.
Cerca de medio millón de extranjeros (
sólo un 20% del total de los censados) podrán acudir a las urnas al figurar inscritos en el censo. De ellos, unos
90.000 son latinoamericanos, según los datos de registro en el Censo Electoral.
Junto a los ciudadanos de la UE y Noruega, en las próximas elecciones se estrenarán votantes originarios del
Ecuador, Colombia, Chile, Perú, Paraguay, Bolivia y Cabo Verde, Nueva Zelanda e Islandia, gracias a los convenios de reciprocidad firmados entre España y estos países.
Demonizados, culpados de la crisis, el paro, la escasez de oportunidades, el colapso de la seguridad social y otras mentiras del estilo, los inmigrantes suponen, pese al empeño de algunos, una
pieza clave para la España de hoy y la del futuro.
“Nos han ayudado a construir un país mejor arrimando el hombro, soportan la crisis con nosotros y nos van a ayudar a salir de ella”, explicó Jesús Caldera, antiguo ministro de Trabajo y actual responsable de la Fundación Ideas, organismo que presentó este miércoles en Madrid el
informe ‘La Contribución de la Inmigración a la Economía Española’.
Recientemente un estudio de ‘La Caixa’ echaba por tierra
decenas de estereotipos que sobrevuelan sobre los inmigrantes en España, recordando que desde su llegada en la época de bonanza económica, y
aún hoy, el colectivo aporta a las arcas del Estado más de lo que recibe.
CONTRA LOS ESTEREOTIPOS, CIFRAS
Si nos preguntáramos
qué les debe España a sus nuevos votantes en términos económicos pondríamos las cosas en su sitio con las cifras en la mano, y terminaríamos con los
mitos que pretenden hacer de los extranjeros la cabeza de turco de la recesión financiera.
Toca desempolvar la última década.
Cuando España disfrutaba de buena salud económica la oferta laboral nativa era insuficiente para cubrir la demanda. Gracias a la llegada de la inmigración, estos nichos pudieron cubrirse y hoy sabemos que
el 60% del crecimiento de la economía española en los últimos diez años se debe a la inmigración.
Durante la última década
la llegada de mano de obra extranjera ha elevado la renta per cápita nacional un 32%, hasta los 23.000 euros en 2010, según revela el citado informe. Sin ellos, el Producto Interior Bruto (PIB) se habría contraído en 2010 en 0,1 puntos más y la situación de crisis se habría prolongado aún más.
Aún hoy,
los trabajadores inmigrantes contribuyen al empleo en un 15% y el valor añadido generado por sus empleos supone el 10% del PIB.
A diferencia de lo que los discursos xenófobos mantienen, los inmigrantes no roban el empleo, sino que complementan los trabajos de los españoles y gracias a su inherente capacidad para el emprendimiento,
han mejorado el tejido empresarial creando negocios y empleando a miles de trabajadores y familias, favoreciendo así muy positivamente el sistema del bienestar social.
Según el informe de la Fundación Ideas, la llegada de inmigrantes
ha permitido que los españoles pudieran emplearse en tareas más cualificadas y por ende mejor remuneradas, lo que ha supuesto un incremento en la cualificación de la población nativa.
Sin olvidar el
papel principal de la migración femenina. Cientos de miles de mujeres llegadas desde muy lejos
han permitido a las españolas un cambio de status laboral reemplazándolas en sus tareas domésticas. Así, durante años, las inmigrantes han sacado adelante sus hogares y familias, además de los de otros.
¿Y EN EL FUTURO?
Pese al encendido debate sobre el aporte de los inmigrantes a la economía española, las cifras no pueden ser más contundentes.
Durante los diez años anteriores a la crisis, la inmigración
supuso a las finanzas de la seguridad social unos 5.000 millones de euros anuales, es decir, el 50% del superávit del conjunto del sector público español. A principios de 2011,
el saldo sigue siendo positivo en 3.000 millones de euros anuales.
Gracias a esto, los inmigrantes contribuyen con su trabajo diario a la
sostenibilidad del sistema de pensiones español, el cual habría entrado en crisis cinco años antes de no haber sido por el inmenso número de extranjeros que pagan sus impuestos en España.
De cara al futuro, también ha sido el colectivo inmigrante el que
ha rescatado a España de una de las tasas natalidad más bajas de Europa luchando contra el envejecimiento imparable de su población.
Con estas perspectivas demográficas, y ante la mejoría de la economía en un futuro, el papel de la inmigración como colectivo joven, trabajador y emprendedor será determinante para ayudar a España a recuperar su actividad económica.
fuente: latino
Con estas perspectivas demográficas, y ante la mejoría de la economía en un futuro, el papel de la inmigración como colectivo joven, trabajador y emprendedor será determinante para ayudar a España a recuperar su actividad económica.fuente: latino
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