Las chicas de quien nunca se habla

Estos últimos años los medios de comunicación han puesto el foco sobre los menores emigrantes no acompañados, pero a menudo se olvida que también llegan chicas, y las cifras indican que cada vez más. Quiénes son y por qué vienen?

Quiénes son y por qué vienen?

Invisibles. Así es como se sienten la mayoría de menores que inmigran solas en nuestro país. Estos últimos años los medios de comunicación han puesto el foco sobre los menores emigrantes no acompañados, pero la mayoría de veces utilizando un rostro masculino. Seguramente hay mucha gente que no ha pensado que en Cataluña, año tras año, llegan chicas menores no acompañadas. 

Es más, la cifra no ha parado de crecer. 'Siempre ha habido alguna menor que ha llegado, pero estos últimos años ha aumentado la llegada. Que ha pasado? Que en 2018 vinieron muchos chicos y, con ellos, se juntaron unas cuantas chicas. Por lo tanto, en sí, no es una situación nueva, pero lo es en cuanto a volumen ', explica la directora de la DGAIA, Ester Cabanes.

Justo antes de la pandemia, el Sistema de Protección atendía ciento cincuenta y tres chicas menores que habían inmigrado solas desde su país de origen. Son el 3,4% del total de los menores extranjeros no acompañados que hay actualmente en Cataluña, una cifra que dificulta mucho la visualización. De estas chicas tuteladas por la DGAIA, la mayoría de entre 16 y 18 años, ciento veinte vienen de Marruecos. Aun así, no es un colectivo homogéneo: tienen realidades muy diversas.

Hay un grupo de chicas que vienen de familias sin muchos problemas, pero hay que justas de dinero y no pueden ofrecer todo lo que querrían al resto de la familia. En estos casos, suele ser la misma familia que anima la niña a marchar para buscarle un futuro mejor de lo que podría tener en el país de origen. Ellas suelen sentir mucha presión de la familia, lo que les causa una fuerte dualidad: están bien en el centro y tienen todo lo que sus familiares quieren para ella, pero por otro lado echan de menos la familia y la vida que tenían antes.

También llegan niñas que han tenido una vida mucho más complicada. Son chicas que vienen de ambientes muy pobres, de los que la mayoría de adolescentes han emigrado buscando un futuro mejor. Normalmente, estas menores vienen de familias desestructuradas, con problemas de alcoholismo y violencia. Son chicas que van de casa por necesidad y vienen para poder seguir estudiando y encontrar un trabajo que les permita salir adelante.

Es el caso de la F, una chica que ahora mismo está bajo la tutela de la DGAIA. Ella nos cuenta que en casa tenía problemas con su padre: 'No podía vivir con él. Así que tomé la decisión de marchar y buscar un futuro mejor. Quería estudiar y mi padre no me dejaba, me encerraba en casa para que no fuera a la escuela. ' Ella lo tiene claro: las niñas menores que vienen solas han dado este paso porque no les queda otra alternativa.

Y es que tomar la decisión de dejarlo todo atrás no es fácil. 'Decir a la gente que quieres que marchas es lo más difícil. Explicarle a mi madre que había tomado la decisión de marcharse fue muy duro. Más incluso que la llegada al centro, donde me sentía muy sola porque no conocía a nadie. No sabía el idioma, me costaba mucho comunicarme 'cuenta la F, quien dice que el viaje hasta aquí la cambió para siempre:' Allí aprendí que cuando estoy triste tengo que pensar en positivo. Gracias a ese viaje, ahora soy feliz. '

La F no viajó sola, lo hizo con un amigo, quien fue acogido por unos familiares al llegar a España. Las primeras semanas ella también pudo vivir en casa una tía de su madre, pero la situación era insostenible y terminó yendo a un centro. Ya en Marruecos le habían contado que había esta opción.

Precisamente, esta es una de las características que diferencia a las menores migradas de Marruecos del resto. Las marroquíes muchas veces hacen el trayecto acompañadas y, al llegar aquí, tienen algún contacto de referencia.

Según Andrés, trabajador de un CRAE, estas chicas suelen venir en buenas condiciones. 'En los centros no acostumbramos a tener chicas de la calle con conductas pre-delictivas o problemas con tóxicos. Estas niñas vienen más cuidadas que los chicos. Se las ha protegido un poco más. Los chicos muchas veces se han iniciado en el consumo o han vivido un período largo en la calle. '

Las chicas subsaharianas y el tráfico de personas

En los centros de menores, aunque con menos cantidad, también hay chicas subsaharianas, que suelen tener un proceso migratorio muy largo, a veces hablamos de años, que suele ser muy traumático. Vienen de lugares en guerra y con problemas de extrema pobreza y pandemias. Vienen con historias muy duras en la espalda, que muchas constantemente llevan un componente de violencia. Pero al mismo tiempo son chicas muy agradecidas que tienen mucha esperanza.

Suelen ser chicas que explican muy poco su historia. Dan detalles de su país, pero son muy opacas a la hora de explicar el proceso migratorio. En estos casos, a veces aparece de trasfondo el tráfico de personas. 'Cualquier chica que llegue de estos países, que viene indocumentada y sin referentes familiares, puede haber sido víctima de la trata de seres humanos' asegura la directora de la DGAIA, Ester Cabanes, quien recuerda que estos últimos años la institución ha enfatizado esta circunstancia.

Porque, en realidad, que haya pocas chicas contabilizadas en esta situación no significa que no existan. Durante mucho tiempo no se han analizado todas las situaciones en las que estas chicas llegaban. 'Muchas de estas niñas entran al sistema de protección de infancia básicamente con la etiqueta de menores que han migrado solas, pero pensamos que durante mucho tiempo se ha producido una mala praxis dado que no hemos intentado detectar posibles indicios de tráfico de personas ', explica Rosa María Cendón, coordinadora del Área de Relaciones Institucionales y Incidencia del SICAR cat, quien se muestra satisfecha porque estos últimos años la DGAIA ha hecho pequeños cambios para cambiar esta situación.

En 2019 la Generalitat abrió un centro de emergencia para chicas menores que habían migrado solas y que habían sido víctimas de violencia. Se trata de un nuevo recurso destinado sobre todo a atender aquellas que han sufrido situaciones de violencia machista, como víctimas de matrimonios forzados, de tráfico de personas y de más situaciones. Es una manera de controlar más este tipo de situaciones y de saberlas afrontar en mejores condiciones.

'Costa de hacer un perfil de estas chicas, porque tenemos una muestra muy pequeña. Pero en su mayoría son niñas nigerianas y vietnamitas de unos diecisiete años ', explica Cedon, quien asegura que aún queda mucho trabajo por hacer a pesar de los avances. Y esto lo demuestra que el SICAR cat cada año llegan personas adultas que dicen que ya eran explotadas aquí cuando eran menores. El programa también trata con chicas que aseguran ser adolescentes, pero que las pruebas de detección de la edad dicen que tienen dieciocho años. 'Se sabe que estas pruebas tienen una franja de error de dos años. Pero, como no podemos acreditar que son menores de edad ... Tenemos el reto de poder detectar estas chicas menores y de mejorar los mecanismos para determinar su edad porque, si no, tratamos como adultos determinados niños y niñas que son niños,

Y el futuro?

La lucha de estas chicas no termina cuando llegan aquí. La F explica que ahora los problemas han cambiado por completo. Ella es feliz en el centro, se siente en casa. Además, la gente con la que convive ya la considera su familia. Ahora el problema es que le falta muy poco para hacer dieciocho años, y con la mayoría de edad tendrá que dejar el centro: 'Lo vivo con angustia. No sé qué pasará conmigo cuando haga la mayoría de edad. De momento, el centro me está ayudando a buscar qué recursos puedo tener a partir de entonces. A ver si consigo entrar en un piso tutelado, y puedo continuar con mis estudios. ' Poco tiene que ver todo esto con lo que ella se imaginaba: 'Cuando estaba en Marruecos me explicaron todos los pasos que debía seguir para entrar dentro del sistema de protección. Pero no todo ha sido tan fácil como me decían.

Dominar el idioma, conseguir una vivienda donde vivir y tener la documentación en regla son ahora la gran problemática con la que la F debe enfrentarse. Una problemática que comparte con la gran mayoría de chicas y chicos que han llegado estos últimos años buscando un futuro mejor, y que se acentúa les falta muy poco para hacer la mayoría de edad. La problemática aumenta porque el tiempo que pueden estar bajo la protección del estado es menor, ya veces no tienen tiempo ni de aprender a expresarse con fluidez. Ahora, la gran duda es si las chicas lo tienen más difícil para salir adelante.

 


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