la manifestación de inmigrantes en Barcelona.

En el día de ayer se llevó a cabo en la cuidad condal una manifestación en la cual según cifras ofiales fué de unos 300 manifestantes, del los cuales a la cabeza misma de la manifestación iban mujeres, la mayoría con velo lo cual dejaba ver su procendecia y también su religión.
Reclamaron derechos, el cierre de los internamientos de extranjeros............y hasta un nuevo proceso de regularización PERO QUE NO SEA CON CONTRATO DE TRABAJO, derecho a voto, etc.
Es irresponsable e irracional pensar en un proceso de regularización sin las garantías que el actual gobierno exigió y brindó para ambas partes y también para sindicatos y empresarios, vamos que de no llevarse algo similar o hasta con más garantías sería impensable, por no decir suicida.
Sería algo más que un efecto llamada, derechos religiosos, si somos los propios inmigrantes quienes optamos por una religión alternativa o diametralmente opuesta a la que en este país de profesa, es lógico pensar en que seremos NOSOTROS quienes corramos con los costos de alquiler o construcción de mezquitas, sinagogas, cultos o iglesias, sean estas envangelicas, testigos de jehová, mormones o musulmanas.

El derecho a manifestarse es constitucional, lo que les permite hacerlo, pero quienes salen a reclamar deberían hacerlo dejando bien en claro a quienes representan, país y religión, de lo contrario sería poner a todos en el mismo saco y nos es eso lo que más puede ayudarnos a quienes trabajamos por una integración real, yo podré o no tener mis tendencias religiosas, pero al ingresar a España tuve muy claro qué religión profesan aquí, puedo ser ateo, y eso no conlleva gastos ni compromisos a una sociedad que no es la mía.
Digo siempre que aquí nadie nos llamó, por lo tanto es de rigor el adaptarse a las normas del país que no sólo nos acoge y nos brinda un presente mejor y una posibilidad de futuro.
El derecho a voto, tanto municipal como nacional sí que lo pido, sí que lo reclamo, porque si me integro, si pago mis impuestos, si hago todo lo posible para ser un ciudadano más, lo justo es que tenga además un derecho que me lo gané con actitudes y hechos, el derecho a opinar, a decidir quien o quienes serán los responsables de administrar ese derecho y el destino de mis impuestos.
Hasta hoy, he visto en campaña dos partidos ERC y hoy el PSC, de uno ya opiné, del otro no tengo más remedio que hacerlo ya que también concurrí.
Valoro positivamente que a los largo de la legislatura se cumplieron las principales promesas, entre ellas la ley de dependencia y la subida de un 25 por ciento en las pensiones.
No olvido el intento de diálogo con los terroristas, pero espero que hayan aprendido que no existe tal posibilidad, eso en nombre de los que falleciernon en la T4, en nombre de todas aquellas personas asesinadas por no pensar igual, en nombre de los cobardes que se dejan extorsionar por miedo, espero que si algún día la banda decide de verdad dejar de matar y de extorsionar a la hora del diálogo este se lleve delante de las armas que entreguen, sin capuchas, sin nada por delante, solo a base de coraje, buena voluntad y con la constitución por delante.
Pero ni el PSC ni ERC han convencido, falta ese hilo invisible, ese establecimiento de contacto con la gente, falta la consulta, falta sobre todo el contacto real con la gente, no vendría mal un panel de media hora de respuestas a preguntas efectuadas por escrito a los candidatos.
Sigo sin ver ese contacto con la gente, esa empatía, esa complicidad y sobre todo esa falta de contagio a participar, la gente sale del acto sin una expresión de sastifacción, y hoy o fué la excepción.
No se escucharon en ninguno de los dos actos aplausos interrumpiendo el discurso, o murmullos de aprobación, falta química, falta entrega, falta que al menos a mí me lleguen las palabras y me conmuevan.
Sin ese entusiasmo transmitido desde el candidato a el elector, creo que el pueblo que no se siente en su mayoría entendido ni identificado con el político, dejará paulatinamente de ir a votar.
Aún restan pasar PP y CIU, pero la tendencia es por el momento es de un alejamiento del político del ciudadano, el mismo a quien reclaman participación.
Para mí la política es interpretar las necesidades e inquietudes de la gente, anticiparse a los tiempos, gobernando con previsión, administrar los recursos con inteligencia, y sobre todo, cada poco, caminar embarrandose los zapatos, entrando a bares al mediodía, o viajar de cuando en cuando en tren, metro, autobús e incluso visitando los super, es definitiva, escuchar y vivir desde dentro mismo, las necesidades y las penurias de su gente, también aprender de los errores cometidos, y por qué no de los aciertos.
Pero eso falta y se nota, la cercanía con la gente no existe y a la hora de votar es determinante.
Me preguntan qué partido votaría si pudiera, de momento, ninguno hasta no escuchar todas las campanas, pero no me quedaría sin votar, votaría usando la lógica del voto consciente, más que del útil,aún cuando esto me llevase a la polarización, pero votaría, al menos así, luego podría quejarme o aplaudir con fundamento y no habría dejado en manos de unos pocos el destino del país en el cual vivo.

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