¿Cómo se relacionan la población inmigrante y la autóctona?

Las personas tienden a relacionase con otros individuos parecidos a ellas. Quizás por ello, un estudio ha detectado que sólo el 3,4% de los catalanes se relaciona con inmigrantes. Aunque el el 19,4% de los extranjeros que se instalan en Cataluña aseguran que tiene vínculos con autóctonos.

Los datos son de una investigación desarrollada por el Centre d'Estudis Sociològics QUIT de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), que afirma que las principales dificultades que afronta la población catalana para relacionarse con sus vecinos inmigrantes son la segregación residencia, pero también la laboral.

Esto porque trabajar en nichos étnicos o en trabajos poco cualificados, que son a los que con mayor facilidad acceden los trabajadores extranjeros, les lleva a limitar sus relaciones a otros inmigrantes, por lo que tienen algunas dificultades de ampliar sus relaciones laborales y mejorar sus oportunidades profesionales.

En cuanto al lugar de residencia, la segregación de los recursos intensifica la desigualdad entre personas inmigrantes y autóctonas, lo que puede generar un riesgo para la cohesión del conjunto de la población catalana.

El estudio, que se ha centrado en personas de origen marroquí y ecuatoriano, afirma que los inmigrantes conservan los lazos con el país de origen en una primera etapa. Pero con el transcurso del tiempo, este contacto tiende a disminuir, al a vez que crece el que mantienen con personas autóctonas.

Un punto clave de inflexión se produce a los tres años de residencia, cuando habitualmente se producen tres escenarios posibles. Por un lado, están los extranjeros que persisten en el mantenimiento del contacto con el país de origen, lo que dificulta la integración. Por otro, están aquéllos que ven cómo crecen las redes con otros inmigrantes en Cataluña, mientras que un tercer escenario muestra la combinación de ambas circunstancias junto a una proporción destacada de conocidos autóctonos.