el debate
Hace unos días mirando el debate, tan concertado, tan rígido, tan pautado que casi se podía adivinar las palabras que pronunciarían ambos contendientes, me resultaba curioso el que nos encontremos en una nación en las que algunas cosas no cambian aún con el paso del tiempo. Rajoy, con sus contínuas miradas de reojo, entre nervio y consulta, a saber si sus asesores estaba allí a metros. Zapatero,(por qué le llaman así si su primer apellido es Rodriguez) más calmado, al menos hasta el tema de las víctimas, ocupó demasiado tiempo en el pasado y perdió a mi juicio la oportunidad de oro de explayarse en la labor llevada a cabo en este agotada legislatura. Rajoy apeló a mentiras tan obvias que daba verguenza ajena. ZP entró en el juego y olvidó el propósito real del debate: las propuestas, y por qué no, hacer hincapié qué genio puede no subir precios cuando al llegar al gobierno el barril de petróleo apenas rebasaba los 18 euros, hoy roza los 75, es verdad que no se previno, que las medidas ...