Zapatero quiere informes de todos los inmigrantes en España
Es un atentado contra el bienestar de los inmigrantes en España
El proyecto de Reforma de la Ley de Extranjería -según escrito de la Secretaría de relaciones con la Inmigración del Partido Popular de Madrid- está a punto de ser aprobado definitivamente. Ha sido tramitado con urgencia, sin admitir ni una sola enmienda del Partido Popular, en un ejercicio de sectarismo que pone en evidencia el engaño que supone el pretendido espíritu de diálogo y talante del Gobierno socialista de Zapatero. El PP no está de acuerdo con la reforma de la Ley de Extranjería como tampoco lo están ni las asociaciones de inmigrantes, ni las entidades que trabajan en el ámbito de la inmigración.
La tramitación de la reforma de la Ley ha provocado alguna novedad importante que supone un atentado contra el bienestar de los inmigrantes en España. Presionado por sus socios nacionalistas, el PSOE ha aceptado que las Comunidades Autónomas deban elaborar informes individualizados sobre el esfuerzo de integración de cada inmigrante cada vez que solicite o renueve su permiso de residencia, postule la nacionalidad española o solicite la reagrupación familiar.
Esto supondría que, gracias a Zapatero, las Comunidades Autónomas tendrían el poder de denegar a los inmigrantes la renovación de sus permisos de residencia si considerasen que no se han integrado suficientemente bien (lo cual, en el caso de Cataluña, supondrá ante todo que hayan aprendido el catalán). Supondría, también, aumentar el tiempo de la tramitación y concesión de los permisos y, evidentemente, el número de colas que deberán hacer los inmigrantes para asegurar su estancia regular en España.
El Gobierno del Partido Popular de la Comunidad de Madrid presidido por Esperanza Aguirre ya se ha pronunciado en contra de esta novedad introducida en la Ley de Extranjería. En el Partido Popular de Madrid creemos que es una medida que va en contra del bienestar y de las libertades fundamentales de los inmigrantes en España y que corre un grave riesgo de politizar los criterios por los que se conceden los permisos administrativos en nuestro país.
La integración de los inmigrantes necesita que se reduzcan y simplifiquen las trabas burocráticas a las que se enfrentan, no que se aumenten.
El proyecto de Reforma de la Ley de Extranjería -según escrito de la Secretaría de relaciones con la Inmigración del Partido Popular de Madrid- está a punto de ser aprobado definitivamente. Ha sido tramitado con urgencia, sin admitir ni una sola enmienda del Partido Popular, en un ejercicio de sectarismo que pone en evidencia el engaño que supone el pretendido espíritu de diálogo y talante del Gobierno socialista de Zapatero. El PP no está de acuerdo con la reforma de la Ley de Extranjería como tampoco lo están ni las asociaciones de inmigrantes, ni las entidades que trabajan en el ámbito de la inmigración.
La tramitación de la reforma de la Ley ha provocado alguna novedad importante que supone un atentado contra el bienestar de los inmigrantes en España. Presionado por sus socios nacionalistas, el PSOE ha aceptado que las Comunidades Autónomas deban elaborar informes individualizados sobre el esfuerzo de integración de cada inmigrante cada vez que solicite o renueve su permiso de residencia, postule la nacionalidad española o solicite la reagrupación familiar.
Esto supondría que, gracias a Zapatero, las Comunidades Autónomas tendrían el poder de denegar a los inmigrantes la renovación de sus permisos de residencia si considerasen que no se han integrado suficientemente bien (lo cual, en el caso de Cataluña, supondrá ante todo que hayan aprendido el catalán). Supondría, también, aumentar el tiempo de la tramitación y concesión de los permisos y, evidentemente, el número de colas que deberán hacer los inmigrantes para asegurar su estancia regular en España.
El Gobierno del Partido Popular de la Comunidad de Madrid presidido por Esperanza Aguirre ya se ha pronunciado en contra de esta novedad introducida en la Ley de Extranjería. En el Partido Popular de Madrid creemos que es una medida que va en contra del bienestar y de las libertades fundamentales de los inmigrantes en España y que corre un grave riesgo de politizar los criterios por los que se conceden los permisos administrativos en nuestro país.
La integración de los inmigrantes necesita que se reduzcan y simplifiquen las trabas burocráticas a las que se enfrentan, no que se aumenten.
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