similitudes.

26/03/2013


http://www.eldebat.cat/cast/viewer.php?IDN=69193
http://www.tribunalatina.com/es/notices/similitudes_36398.php

Ayer mientras paseaba junto a mi hijo tuve la oportunidad de ver y escuchar incluso la reacción de una persona luego de cruzarse con dos mujeres que casualmente iban por la calle ataviadas de manera similar. A la primera esta persona al cruzarse con ella la saluda amablemente y le desea muy buenos días, a la segunda se aparta de su camino y luego de que la misma pase le dedica una mirada recriminatoria y comenta despectivamente. “no se porqué no se marchan a su país, no se integran y van así por las calles”.

La primera mujer que esta persona saludó era una monja católica, evidentemente que vestía su hábito de monja y que llevaba su cabeza totalmente cubierta, una imagen a la que estamos acostumbrados a ver, mientras que la segunda mujer era una joven que vestía ropas occidentales y que cubría su cabeza con un velo islámico, ni tan siquiera llevaba las clásicas túnicas que visten por ejemplo las mujeres marroquíes que no todas pero sí su gran mayoría. Tengamos en cuenta que muchas optan por vestir al estilo occidental sin renunciar a su fe y otras siguen vistiendo al estilo más tradicional.

Lo curioso de esto es que la monja que esta persona saludó afablemente tenía rasgos indiscutibles de una mujer hindú y eso me llamó la atención porque es cada día más habitual ver personas con ese origen profesando la fe católica, de hecho en la localidad de Alp supo haber un cura de origen hindú, sumamente amable, pero con serios problemas de idioma. En cambio la mujer que vestía velo islámico bien podía ser europea, cutis blanco y ojos claros.

Esta situación me llevó a pensar cuantas personas como la que vi. ayer juzgan a una persona por su vestimenta, por la religión que profesan y no por lo demás. Recuerdo que en la pasada diada numerosos colectivos de inmigrantes recorrieron las calles de Barcelona manifestándose a favor de un estado catalán, cientos de imágenes recorrieron la red y obtuvieron un caluroso apoyo. Muchos de estos colectivos iban vestidos con trajes tradicionales y esto no molestó a nadie, de hecho lo consideraron una muestra de integración y de compromiso.

Sin embargo ayer las similitudes provocaron simpatía y a escasos segundos rechazo. Y claro, eso me llevó a preguntarme por qué una monja, sea del país que sea no provoca ni rechazo ni llama la atención ni nadie la mira raro ni mucho menos se busca una ordenanza municipal que les impida llevar tapada su cabeza en oficinas o lugares públicos. Ambas vestimentas tradicionales de contexto religioso tienen similitudes, las mujeres van cubiertas de pies a cabeza, la diferencia está en que una lleva túnica y velo mientras que la monja lleva lo que conocemos como hábito monacal o religioso.

¿Porqué aún muchas personas no aceptan que existen matices y costumbres diferentes? ¿Qué extraña conclusión es la que lleva a personas a rechazar a una mujer casi idénticamente vestida a otra sólo por su origen o religión? Afortunadamente son minorías pero sigue siendo triste ver y escuchar cosas como estas. Las similitudes están pero para algunos siguen siendo abismales.

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