La población inmigrante cae por primera vez en Cornellà

FENÓMENO SIN PRECEDENTES EN EL BAIX LLOBREGAT
# Más de 1.000 extranjeros, un 7,5% del total, se han ido en apenas un año
# • Bolivianos y marroquís son los colectivos que más huyen del paro
Aunque ya era un fenómeno conocido, las cifras del padrón, elaboradas por el Instituto Nacional de Estadística y los ayuntamientos, comienzan a confirmarlo. La caída de la población inmigrante entre enero del 2008 y enero del 2009 se ha concretado en Cornellà con el éxodo de 1.011 extranjeros, lo que representa una disminución del 7,5% de este colectivo en el municipio.
El descenso en la población foránea es un hecho sin precedentes en la localidad, que siempre había mantenido estable o aumentado el número de extranjeros, según explica Antonio Balmón (PSC), alcalde del municipio. El ayuntamiento también ha confirmado que no se trata de una mudanza a localidades vecinas, sino un traslado permanente a sus países de origen. Balmón también añade que muchos municipios metropolitanos, que estos días también depuran su padrón, comprueban la misma tendencia.

LOS MARROQUÍS RESISTEN
Marroquís, ecuatorianos, bolivianos y peruanos son las comunidades más extensas entre los más de 12.000 inmigrantes residentes en la localidad, con una población total de 85.000 personas. Pero no todos emigran con la misma intensidad. El colectivo boliviano, que el año pasado sumaba 933 personas, se redujo en 105 vecinos, un 11,25% menos, similar al de chinos y paquistanís.
Durante el 2008, el año en que aterrizó la crisis económica, un total de 273 marroquís abandonaron el municipio, lo que bajó el 8,4% la presencia de esta comunidad. Sorprendentemente, el segundo colectivo más numeroso, el ecuatoriano, es el que porcentualmente menos población perdió: de los 2.827 empadronados en el 2008, apenas 131 se fueron, un 4,6%. La comunidad boliviana, de más reciente aterrizaje, ha sido afectada con mayor rigor que sus vecinos andinos de Ecuador, mucho más asentados en España.
"Hemos observado que las familias con todos sus miembros aquí han podido aguantar mejor la crisis que las personas solas o en pareja", explica el alcalde, quien desiste de valorar el hecho como un fenómeno negativo o positivo para Cornellà. "Simplemente es una realidad que tenemos que evaluar para calcular mejor los recursos que debemos destinar a programas sociales", añade.

MENOS REAGRUPACIONES
El regreso masivo de inmigrantes coincide con una brusca reducción en los nuevos empadronamientos de ciudadanos de otros países. El ayuntamiento asegura que ahora las altas de extranjeros son "insignificantes".
La crisis económica y el alto índice de desempleo, que ha ascendido hasta el 27% entre ese colectivo en Cornellà, son la causa principal del éxodo, según los servicios sociales del ayuntamiento. En el 2007, las oficinas de atención al ciudadano recibían un promedio de 60 solicitudes mensuales de reagrupación familiar, un proceso en el que los inmigrantes con empleo reclaman la llegada de los suyos. Pero esa cifra se ha desplomado a tan solo 17 solicitudes por mes.
La alta concentración de inmigrantes en barrios como el de Sant Ildefons, donde algunos grupos hacen un uso intensivo del espacio público, ha generado algunos conflictos. "A veces las personas rechazan la inmigración porque piensan que este colectivo consume muchos recursos de la Administración, pero esto es totalmente falso. La mayoría de ellos han sido expulsados de sus países y no esperan ni piden nada al Estado", explica el alcalde.
Cornellà apenas contaba con un 2% de población inmigrante en el 2002, una cifra que fue aumentando hasta alcanzar el 16% el año pasado. Con la caída del 2008, el municipio parece comenzar la tendencia a la reducción de extranjeros, aunque con un ritmo inferior al de su crecimiento a lo largo de esta década.
Fuente: El Periodico de Catalunya